El crecimiento de la informalidad laboral en Bolivia supera el promedio regional, según datos oficiales.
En Bolivia, la informalidad laboral ha alcanzado un nivel alarmante, con un 85% de los trabajadores ocupados fuera del sector formal, según datos recientes. Esta tendencia creciente plantea desafíos significativos para la economía nacional y el bienestar de la población.
Crecimiento sostenido de la informalidad
La informalidad laboral en Bolivia ha experimentado un aumento constante en las últimas décadas. En 2006, aproximadamente el 64% de la población económicamente activa se encontraba en el sector informal. Para 2023, esta cifra se ha elevado al 85%, según informes del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD) y la Central Obrera Departamental (COD)
Este crecimiento se atribuye a diversos factores, incluyendo la falta de empleo formal, la rigidez en la legislación laboral y la presión tributaria. Además, la pandemia de COVID-19 exacerbó la situación, impulsando a muchas personas a buscar ingresos en el sector informal .
Impacto en la economía y la sociedad
La alta tasa de informalidad tiene implicaciones significativas para la economía boliviana. Los trabajadores informales suelen carecer de beneficios sociales, estabilidad laboral y acceso a servicios de salud. Además, la informalidad limita la recaudación fiscal y dificulta la implementación de políticas públicas efectivas .
La situación también afecta a la productividad y competitividad del país. Las empresas informales, al operar fuera del marco legal, enfrentan barreras para acceder a financiamiento y mercados más amplios, lo que restringe su crecimiento y contribución al desarrollo económico .
Reducir la informalidad en Bolivia requerirá un enfoque integral que aborde tanto las causas estructurales como las barreras que enfrentan los trabajadores y emprendedores para formalizarse. Esto incluye la simplificación de trámites, incentivos fiscales y programas de capacitación laboral.