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Bolivia enfrenta riesgo de caída productiva por déficit de diésel en plena campaña agrícola

Bolivia enfrenta riesgo de caída productiva por déficit de diésel en plena campaña agrícola

Este déficit afecta la producción de soya, maíz y sorgo, cuya zafra moviliza unos US$1.000 millones y es clave para los ingresos exportadores y el abastecimiento de alimentos.

Producción agropecuaria en jaque por ausencia de combustible

El presidente de ANAPO, Abraham Nogales, ratifica que la entrega de diésel ULS a medianos y grandes productores, responsables de retirar el carburante directamente desde la refinería de Palmasola, permanece interrumpida desde hace más de un mes. Esta crisis afecta a al menos 350.000 hectáreas de soya ya sembradas en el Norte Integrado cruceño, cuyo inicio de cosecha está previsto para octubre. El sector considera que la siembra en otoño-invierno solo será viable si antes se normaliza el suministro.

Impacto directo sobre producción, exportaciones y divisas

La soya sigue siendo uno de los principales rubros exportadores del país, con ingresos próximos a los US$ 2.000 millones en 2023. Si el abastecimiento de combustible continúa interrumpido, las pérdidas podrían ser significativas: disminución de la oferta interna de alimentos, menor disponibilidad para exportación y una reducción en la generación de divisas en un momento macro clave.

La falta de diésel también abre espacio a la especulación y el mercado negro, con precios que llegan hasta Bs 11 por litro, según denunciaron productores del norte de Santa Cruz.

Requerimientos críticos y fallas logísticas

Según ANAPO, se necesitan al menos 70 millones de litros de diésel para garantizar la continuación de la zafra de invierno y el inicio de la siembra de verano. Hasta julio, YPFB cubría cerca del 50% del consumo requerido, pero desde hace semanas las entregas han sido prácticamente nulas.

Organizaciones de pequeños agricultores han solicitado la distribución a través de cisternas móviles, iniciativa que funcionó parcialmente hasta mediados de 2025 pero hoy está suspendida, agravando el acceso directo al combustible.

La interrupción del suministro de diésel amenaza la continuidad de cultivos esenciales para el abastecimiento interno y el comercio exterior boliviano. Con pérdidas proyectadas en producción y exportaciones, el impacto se extiende directamente a la disponibilidad de alimentos, la generación de divisas y las perspectivas de crecimiento rural.

ANAPO exige que el Gobierno y YPFB establezcan una ruta clara para asegurar la provisión prioritaria de diésel, especialmente en áreas productivas como el Norte Integrado. Solo con acción inmediata será posible evitar una pérdida masiva de productividad agrícola y mitigar un impacto económico que podría extenderse más allá de 2025.