La reducción de fondos destinados a la exploración podría afectar la producción futura y la economía nacional
La inversión en exploración de hidrocarburos en Bolivia ha experimentado una disminución significativa del 46% durante el año 2024, según datos oficiales. Esta reducción plantea preocupaciones sobre el futuro de la producción energética del país y sus implicaciones económicas.
En 2024, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y otros operadores destinaron un total de $us 703,7 millones a proyectos petroleros, de los cuales el 72% se asignó a actividades de exploración y producción. Sin embargo, esta cifra representa una caída del 46% en comparación con la inversión realizada en 2023. La disminución en la inversión se atribuye a diversos factores, incluyendo desafíos económicos y cambios en las políticas energéticas.
El ministro de Hidrocarburos y Energías destacó que, a pesar de la reducción, YPFB continúa enfocándose en la expansión y desarrollo de la industria de hidrocarburos, considerando este sector como estratégico para la economía nacional. No obstante, la disminución en la inversión podría tener repercusiones en la capacidad del país para descubrir y explotar nuevos yacimientos, afectando potencialmente la producción futura de gas y petróleo.
Además, se ha observado una tendencia a la baja en la producción de gas natural. En 2021, Bolivia alcanzó un pico de producción de 45 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d), mientras que para 2024 se proyecta una producción de 29,53 MMm³/d. Esta disminución en la producción, combinada con la reducción en la inversión exploratoria, podría impactar negativamente en los ingresos por exportación y en la disponibilidad de energía para el mercado interno.
En respuesta a estos desafíos, el gobierno boliviano ha implementado el Plan de Reactivación del Upstream 2021-2025, con el objetivo de restablecer las reservas y aumentar la producción de hidrocarburos. Este plan contempla la ejecución de 56 proyectos exploratorios a nivel nacional, con una inversión total proyectada de $us 1.400 millones hasta 2025. Sin embargo, hasta 2023, se habían ejecutado más de $us 500 millones, lo que indica un ritmo de inversión que podría no ser suficiente para contrarrestar la tendencia decreciente en la producción.
La participación de empresas internacionales como Repsol, Petrobras y Total Energies, que representan el 11% de la inversión total con aproximadamente $us 80 millones, es un componente clave en los esfuerzos por revitalizar el sector. No obstante, la mayor parte de la inversión proviene de YPFB y sus unidades, lo que subraya la necesidad de atraer más capital extranjero para fortalecer la industria. Las implicaciones futuras de esta reducción en la inversión exploratoria podrían ser significativas para la economía boliviana. Una menor producción de hidrocarburos puede traducirse en ingresos reducidos por exportaciones y una mayor dependencia de importaciones energéticas, afectando la balanza comercial y la estabilidad económica del país.