La inversión extranjera directa neta en Bolivia se redujo a $136 millones en el primer semestre de 2024, evidenciando una disminución significativa desde los $648 millones registrados en 2014.
En el primer semestre de 2024, Bolivia registró una inversión extranjera directa (IED) neta de $136 millones, marcando una disminución del 79% en comparación con los $648 millones alcanzados en el mismo periodo de 2014. Este descenso refleja un retroceso en la confianza de los inversionistas internacionales y plantea desafíos significativos para la economía boliviana.
Inversión extranjera en descenso
Según datos del Banco Central de Bolivia (BCB), la IED neta en el primer semestre de 2024 fue de $136 millones, una cifra considerablemente inferior a los $648 millones registrados en 2014. Este descenso se atribuye a factores como la inestabilidad política, la inseguridad jurídica y las políticas económicas poco claras, que han afectado negativamente el clima de inversión en el país.
En comparación, en 2014 Bolivia experimentaba un auge económico impulsado por el sector de hidrocarburos y una mayor confianza de los inversionistas extranjeros. Sin embargo, en la última década, la falta de reformas estructurales y la incertidumbre política han llevado a una disminución sostenida de la inversión extranjera.
Impacto en sectores clave y perspectivas futuras
La disminución de la IED ha afectado a sectores estratégicos como la minería, la industria manufacturera y los hidrocarburos, que dependen en gran medida de la inversión extranjera para su desarrollo y expansión. La falta de capital externo limita la capacidad del país para generar empleo, aumentar la productividad y mejorar la competitividad en el mercado internacional.
A pesar de este panorama, existen iniciativas que podrían revertir la tendencia negativa. En noviembre de 2024, Bolivia firmó un acuerdo con el consorcio chino CBC para invertir al menos $1.000 millones en la construcción de dos plantas de extracción directa de litio en el Salar de Uyuni. Este proyecto, que aún requiere aprobación legislativa, podría posicionar al país como un actor clave en la producción de litio a nivel mundial.
Sin embargo, para atraer y mantener inversiones extranjeras significativas, Bolivia deberá implementar políticas que brinden estabilidad jurídica, transparencia y un entorno favorable para los negocios. La mejora en estos aspectos será crucial para restaurar la confianza de los inversionistas y fomentar el crecimiento económico sostenible en el país.