El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, presentó en Santa Cruz las primeras líneas de su política económica, enfocada en la estabilidad macroeconómica, la atracción de inversiones y la apertura al sector privado. Anunció además un gran encuentro empresarial internacional previo al inicio de su gestión y un paquete de decretos económicos para su primera semana de gobierno
Santa Cruz, epicentro del nuevo enfoque económico
El lunes 21 de octubre, en un evento realizado en Santa Cruz, el presidente electo Rodrigo Paz anunció que su futura administración pondrá en marcha un nuevo modelo de gestión económica centrado en la transparencia fiscal, la disciplina monetaria y la reactivación del aparato productivo. Afirmó que su prioridad será “recuperar la confianza” de los inversionistas, tanto nacionales como internacionales, y devolver previsibilidad a la economía.
Paz adelantó que su equipo económico trabaja en un paquete de decretos urgentes que serán promulgados durante los primeros días de su mandato. Estas medidas incluirán lineamientos para la racionalización del gasto público, incentivos a la inversión productiva y una revisión de las políticas de subsidios y tipo de cambio, con el objetivo de “ordenar las cuentas del Estado sin afectar a los sectores más vulnerables”.
La elección de Santa Cruz como escenario no fue casual. La región representa cerca del 30% del PIB nacional y es el motor exportador del país, concentrando la mayor parte de la producción agroindustrial y del comercio exterior. Paz enfatizó que la reactivación del crecimiento económico “debe comenzar donde se genera la mayor productividad nacional”.
Gran encuentro empresarial internacional
El mandatario electo también confirmó la realización de un encuentro empresarial internacional antes de su posesión, al que serán invitados representantes de organismos multilaterales, gobiernos extranjeros y líderes del sector privado de América Latina. El objetivo será establecer una hoja de ruta conjunta para atraer inversiones y definir mecanismos de cooperación en infraestructura, energía y agroindustria.
Según fuentes empresariales consultadas por El Deber, esta convocatoria busca reposicionar a Bolivia dentro del radar regional de inversiones y abrir canales de diálogo con socios estratégicos de países como Brasil, Argentina, Chile, México y Estados Unidos. En un contexto de escasez de divisas y caída de las exportaciones, la articulación público-privada será esencial para financiar proyectos de diversificación productiva y transición energética.
Desafíos estructurales y contexto regional
El anuncio de Paz llega en un momento crítico para Bolivia. Según la CEPAL, el país cerrará 2025 con una expansión económica inferior al 1%, la más baja de Sudamérica. Las reservas internacionales suman alrededor de US$ 3.450 millones, mientras persisten presiones fiscales por el incremento del gasto público y la caída en la renta gasífera.
En el contexto regional, varios países —como Paraguay y Perú— han emprendido reformas estructurales orientadas a estabilizar sus cuentas públicas y modernizar sus marcos regulatorios. Analistas consultados por medios especializados señalan que Bolivia deberá seguir una senda similar si busca recuperar credibilidad en los mercados y fortalecer su posición en el comercio regional.
La estrategia de Paz de involucrar directamente al empresariado y organismos internacionales sugiere una apertura pragmática, enfocada en el crecimiento sostenible y en la recuperación de la confianza financiera. No obstante, el éxito de su plan dependerá de la capacidad de su gobierno para generar consensos, aplicar políticas coherentes y ejecutar de manera eficiente los recursos públicos.





