Bolivia incrementa sus exportaciones de gas a Brasil, asegurando mayores ingresos gracias a precios más competitivos en el mercado brasileño.
Desde el 1 de octubre de 2024, Bolivia ha comenzado a enviar mayores volúmenes de gas a Brasil, tras la finalización de su contrato de suministro con Argentina. Este incremento en los envíos hacia el mercado brasileño había sido planificado con antelación como parte de un acuerdo con Petrobras, principal comprador del gas boliviano. El contrato con Argentina finalizó en septiembre de 2024, debido a que el país ha comenzado a suplir su demanda interna con gas de la formación Vaca Muerta, una de las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo.
En agosto y septiembre, Bolivia continuó proveyendo gas a Argentina bajo una adenda temporal. Sin embargo, la suspensión de estas compras por parte de Argentina marca un cambio en el panorama energético regional. La expansión de la producción en Vaca Muerta ha posicionado a Argentina como un jugador clave en la región, disminuyendo su dependencia del gas boliviano.
Bolivia y el futuro de las relaciones energéticas
A pesar de las preocupaciones sobre la pérdida de ingresos por la renta petrolera, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, aseguró que los ingresos no disminuirán. De hecho, Brasil está pagando precios más altos por el gas en comparación con Argentina. Esto permite que Bolivia mantenga niveles similares de ingresos, aunque con un mercado más concentrado en Brasil. Además, la relación con Brasil sigue siendo crucial, ya que gran parte del mercado del oeste brasileño depende exclusivamente del gas boliviano debido a su infraestructura existente. El mercado de gas en Brasil sigue en expansión, con una demanda que supera los 60 millones de metros cúbicos diarios, lo que representa una gran oportunidad para Bolivia. Sin embargo, la capacidad de producción boliviana ha disminuido en los últimos años, lo que plantea desafíos para satisfacer la creciente demanda brasileña.
El mercado energético en América del Sur se está reorganizando rápidamente. Mientras que Bolivia sigue siendo un proveedor clave para Brasil, la situación podría cambiar con el desarrollo continuo de Vaca Muerta en Argentina y la construcción de nuevos gasoductos que conecten esta formación con Brasil. Por ahora, Bolivia mantiene una posición ventajosa, pero debe seguir invirtiendo en su capacidad de producción y en nuevas negociaciones para mantener su relevancia en el mercado energético regional.