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Bolivia afronta tercer año pagando más en deuda externa que lo que recibe en créditos

  • En Pais
  • 23 de junio de 2025
Bolivia afronta tercer año pagando más en deuda externa que lo que recibe en créditos

El desfase fiscal expone al país a riesgo de impago y genera tensión política sobre el uso de recursos y gasto público.

Por tercer año consecutivo, Bolivia desembolsa más en servicio de deuda externa que lo que logra en nuevos créditos, lo que implica una sangría de divisas y presiona las finanzas públicas, según reportes del Ministerio de Economía y datos legislativos.

Desfase persistente con fuerte impacto en liquidez

Las cifras oficiales muestran un déficit recurrente en la gestión de deuda externa: en 2023, los pagos superaron los desembolsos por USD 365 millones; en 2024, la brecha ascendió a USD 852 millones; y en lo que va del año 2025, el saldo negativo ya suma USD 119 millones hasta abril. En contraste, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó que Bolivia necesita USD 800 millones para atender el servicio de deuda durante este periodo, en un contexto donde las reservas de divisas están limitadas.

El Ministerio de Planificación reportó que en 2023 Bolivia recibió USD 1.126 millones en créditos y pagó USD 1.491 millones en deuda. En 2024, los nuevos desembolsos cayeron a USD 647 millones, mientras los pagos ascendieron a USD 1.526 millones. Para abril de 2025, la nación ha recibido USD 466 millones y desembolsado USD 585 millones en servicio de deuda.

Ante estos datos, el ministro Montenegro advirtió que, si no se aprueban nuevos préstamos por aproximadamente USD 1.800 millones, existe el riesgo de caer en un impago. El presidente Luis Arce señaló que usar créditos para pagar deuda es “el peor negocio”, pero necesario para evitar incumplimientos.

Tensión política y críticas desde la oposición

El tema generó fricciones en el Legislativo. El senador Henry Montero (Creemos) criticó el mantenimiento del gasto estatal como en épocas de bonanza petrolera, recordando que en 2025 Bolivia solo recibe alrededor de USD 1.500 millones por gas, muy por debajo de los USD 5.400 millones de 2014. El diputado Enrique Urquidi, consideró la estrategia de endeudamiento como «peligrosa», aunque reconoció que aún se mantiene un margen de deuda del 25 % del PIB.

Riesgo de default y avisos técnicos

Desde la Fundación Jubileo, el analista René Martínez advirtió que sin dólares suficientes se complican los pagos de deuda, y un impago podría causar que Bolivia sea declarada insolvente, lo que dificultaría el acceso a nuevos préstamos. El economista Gonzalo Colque fue aún más explícito: los nuevos créditos deberían destinarse a inversión, no a deuda, para garantizar proyectos y evitar agravar el déficit fiscal ya evidente.

Bolivia enfrenta un ciclo de endeudamiento contraproducente: paga más deuda de la que consigue vía nuevos préstamos, lo que presiona sus finanzas y pone en riesgo su solvencia. El llamado urgente es claro: el Legislativo debe facilitar desembolsos planificados mientras el Ejecutivo optimiza gastos y prioriza el pago sostenible de pasivos para evitar un eventual default y mantener acceso a financiamiento internacional.