El cierre de vías afecta el transporte de pasajeros y mercancías, con consecuencias económicas devastadoras.
Desde la madrugada de hoy, los bloqueos en la carretera entre Santa Cruz y las principales ciudades del occidente del país han paralizado el flujo de transporte de pasajeros y mercancías, afectando tanto a quienes dependen del servicio de buses como a las empresas logísticas. Este corte de vías ha sido organizado por un sector movilizado en El Villar, que demanda atención a sus necesidades, pero su impacto está siendo devastador para la economía regional. De acuerdo con representantes del transporte público, ninguna unidad ha podido salir desde la terminal de buses de Santa Cruz hacia las ciudades de La Paz, Oruro o Cochabamba. La situación ha generado caos entre los viajeros, muchos de los cuales quedaron varados, sin opciones claras para llegar a sus destinos.
Además, las cámaras empresariales han alertado sobre las graves repercusiones económicas que este bloqueo traerá. Se estima que las pérdidas alcanzarán los 120 millones de dólares, afectando principalmente a pequeños productores y comerciantes que dependen del comercio diario. «Es una puñalada para los sectores más humildes», declaró un vocero empresarial, subrayando que el cierre de la vía impide el transporte de alimentos y otros productos esenciales que abastecen a varias regiones del país.
El impacto social también es considerable, ya que muchas familias en situación vulnerable verán afectada su capacidad de acceder a productos básicos o recibir ingresos. Las autoridades locales han instado al diálogo para evitar que el conflicto se agrave, mientras que los transportistas han advertido que, de continuar, el bloqueo podría extenderse a otras zonas del país, incrementando aún más las pérdidas económicas y el malestar ciudadano.
A pesar de los intentos de negociación, hasta el momento no se ha llegado a una solución concreta que permita la reapertura de las vías. Los dirigentes movilizados insisten en que no levantarán el bloqueo hasta que se atiendan sus demandas, lo que mantiene en vilo a miles de personas y genera incertidumbre sobre la duración del conflicto.