Bolivia registró un superávit comercial de USD 28 millones en julio impulsado por minerales y manufacturas, pero en el acumulado de enero a julio la balanza arroja un déficit de USD 496 millones, reflejo de desequilibrios productivos y una amenaza para la estabilidad cambiaria.
LEER MÁSHasta agosto de 2025, la inflación acumulada en Bolivia se disparó al 18,1 %, muy por encima de la meta oficial del 7,5 % para todo el año. El alza persistente erosiona el poder adquisitivo, encarece insumos productivos y genera presión sobre la política monetaria y fiscal.
LEER MÁSLa escasez de diésel amenaza la producción de alimentos y agudiza la inflación de productos básicos. Transportistas y productores denuncian paralización de cosechas y cadenas logísticas interrumpidas, elevando riesgos para la seguridad alimentaria y la estabilidad macroeconómica.
LEER MÁSEn 2025, las reservas netas de Bolivia retrocedieron en aproximadamente USD 2.881 millones, profundizando su declive de más de una década desde los USD 15 000 millones en 2014. La escasez de divisas limita importaciones, eleva el costo de financiamiento y pone en jaque la estabilidad macroeconómica.
LEER MÁSBolivia destina más de $us 2.000 millones al año para mantener los precios bajos de gasolina y diésel. Este esquema, clave para contener la inflación y sostener el consumo interno, representa a la vez un fuerte lastre para las finanzas públicas, las reservas internacionales y la inversión en sectores estratégicos.
LEER MÁSBolivia posee vastos yacimientos de tierras raras en Santa Cruz, Cochabamba y Potosí, pero carece de una estrategia integral para procesarlas, industrializarlas y transformarlas en motor de reindustrialización verde y generación de divisas.
LEER MÁSLa falta de diésel en el país amenaza la siembra de 1,6 millones de hectáreas proyectadas para el verano y paraliza el transporte de carga, poniendo en jaque la producción agrícola, las exportaciones y el empleo en el sector agropecuario.
LEER MÁSLa clase media latinoamericana está migrando del ahorro tradicional hacia inversiones diversificadas: fondos mutuos y acciones globales ganan protagonismo, reflejando una democratización del acceso financiero que redefine el perfil del consumidor e inversor regional.
LEER MÁSSolo el 30% de los bolivianos tiene sus necesidades básicas satisfechas, según el Censo 2024.
Esto revela un alto nivel de vulnerabilidad económica que limita el consumo, la inversión y el desarrollo del país.
El desafío: convertir esta realidad en oportunidades de crecimiento inclusivo.