El avance del corredor Brasil–Perú subraya la urgencia de activar la producción nacional si Bolivia quiere aprovechar su posición geoestratégica.
Bolivia enfrenta el riesgo de quedar rezagada en el proyecto del Corredor Ferroviario Bioceánico si no logra dinamizar su aparato productivo. La infraestructura sin mercancía suficiente no generará beneficios sostenibles ni aprovechará la posición geográfica clave del país.
Conectividad regional sin respaldo productivo local
El megaproyecto que busca unir los puertos de Brasil y Perú a través de una red ferroviaria transcontinental avanza, pero Bolivia aún no garantiza su inclusión operativa en el corredor. Si bien el país ha desarrollado tramos ferroviarios y estudios técnicos en años recientes, la falta de integración con la producción nacional podría anular sus ventajas logísticas.
Las autoridades nacionales han insistido en que Bolivia posee la infraestructura y los estudios listos, y que se impulsarán conexiones hacia los nodos regionales. Sin embargo, expertos advierten que sin un volumen de carga significativo, principalmente desde el sector agroindustrial y minero, la infraestructura corre el riesgo de convertirse en una inversión sin retorno.
Riesgo económico y pérdida de competitividad
La baja utilización del tren implicaría un fuerte impacto económico. Inversiones millonarias en tramos ferroviarios podrían quedar subutilizadas si no hay suficiente producción para transportar. Esto generaría costos de mantenimiento sin ingresos equivalentes, además de desperdiciar una oportunidad histórica para mejorar la competitividad logística del país.
Además, mientras países vecinos como Brasil y Perú consolidan su participación en la ruta hacia el Pacífico, Bolivia enfrenta limitaciones estructurales que reducen su protagonismo. Esto afecta su posicionamiento como centro de tránsito regional, disminuyendo su atractivo para inversiones extranjeras en logística, manufactura y agroindustria.
Claves para integrar a Bolivia al corredor
El aprovechamiento efectivo del Tren Bioceánico depende de una articulación concreta entre infraestructura y producción. Impulsar la industrialización del litio, la expansión del agro cruceño, la producción bovina y la minería de exportación son pilares indispensables para generar volumen de carga. Asimismo, la conexión con la hidrovía Paraguay–Paraná sigue siendo una alternativa clave para ampliar rutas de salida al Atlántico.
Bolivia debe actuar con visión estratégica, garantizando la interoperabilidad ferroviaria, facilitando alianzas público-privadas y promoviendo incentivos productivos. Solo así podrá insertarse plenamente en las cadenas logísticas sudamericanas, convirtiendo su ubicación geográfica en una verdadera ventaja económica.