El sólido repunte en ventas minoristas fortalece la economía china y ofrece un respiro a las exportaciones, aunque el impulso podría desvanecerse pronto.
El inesperado crecimiento del consumo en China ofrece un respiro frente a las tensiones comerciales derivadas de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Según Bloomberg Línea, los minoristas chinos registraron su mayor incremento de ventas en mayo desde diciembre de 2023, lo que refuerza el optimismo por un impulso económico que, sin embargo, podría tener un carácter transitorio
China experimentó un aumento del 6,4 % en sus ventas al por menor en mayo, superando ampliamente las expectativas del mercado. Este ritmo de crecimiento marca el nivel más alto en la actividad del comercio desde finales de 2023, lo que demuestra la capacidad del país para resistir la presión arancelaria mediante el consumo interno.
Dos variables explican este fortalecimiento: por un lado, el adelanto del festival de compras en línea “618”, que concentró una parte del gasto en mayo, generando un pico en las ventas; por otro, un programa estatal de subsidios a electrodomésticos que propició un salto en la compra de bienes duraderos, con un crecimiento del 53 % en ese segmento. Ambos factores actuaron como catalizadores de corto plazo, impulsando la demanda cuando el consumo se mostraba vulnerable ante las tarifas estadounidenses.
Advertencias sobre la sostenibilidad del impulso
A pesar del panorama positivo, los economistas advierten que el estímulo podría disiparse. El entorno inmobiliario sigue afectado, con descensos en los precios de las viviendas provocando una atmósfera de cautela entre los consumidores, y la inversión industrial e inmobiliaria registra debilidad . La incertidumbre laboral y la desaceleración en sectores clave podrían llevar a una moderación del crecimiento en los meses venideros, especialmente una vez que se desvanezcan los efectos del estímulo puntual.
Bloomberg Línea estima que este repunte en el consumo posiciona a China para alcanzar un crecimiento cercano al 5 % en el segundo trimestre, lo que proporciona margen al país para contrarrestar el efecto de los aranceles. También alivia la presión en las cadenas de suministro globales, beneficiando a sus socios comerciales, incluidos países latinoamericanos vulnerables a la demanda china
Impacto para América Latina: una oportunidad condicionada
El repunte del consumo en China podría traducirse en una mayor demanda de materias primas, productos agroindustriales y bienes de consumo intermedio que América Latina exporta al gigante asiático. Países como Brasil, Chile, Perú o Argentina, grandes proveedores de minerales, alimentos y energía, podrían beneficiarse de un rebote temporal en sus ventas externas. Sin embargo, analistas advierten que si el impulso chino no se consolida, el efecto positivo sería acotado y volátil. Además, los aranceles de Estados Unidos a productos chinos podrían provocar desvíos de comercio que perjudiquen indirectamente a industrias latinoamericanas vinculadas a las cadenas de valor globales. En este escenario, la región debe aprovechar la coyuntura sin perder de vista los riesgos estructurales y la necesidad de diversificación comercial.