IBCE advierte que medidas recíprocas de Washington afectarían productos clave como estaño y quinua
La reciente imposición de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos amenaza con reducir a la mitad el valor de las exportaciones bolivianas hacia ese país en 2024, según estimaciones del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). La medida impactaría especialmente a sectores como el minero y agroindustrial, pilares del comercio exterior nacional.
En abril de 2025, la administración del presidente Donald Trump anunció un nuevo régimen arancelario que impone un arancel base del 10% a la mayoría de los países, incluyendo a Bolivia, como parte de una estrategia para contrarrestar prácticas comerciales consideradas «desleales» . Esta política ha sido descrita como la mayor ola de proteccionismo en un siglo.
En 2023, Bolivia exportó a Estados Unidos aproximadamente 208 productos, alcanzando un valor de $224 millones . Entre los principales productos exportados se encuentran el estaño sin alear, nueces del Brasil, quinua, óxidos de antimonio y minerales de volframio. Sin embargo, las exportaciones bolivianas a EE.UU. han mostrado una tendencia decreciente en la última década, cayendo de $504 millones en 2018 a $224 millones en 2023.
La falta de un tratado bilateral de libre comercio entre Bolivia y Estados Unidos coloca a los exportadores bolivianos en desventaja frente a países que sí cuentan con acuerdos preferenciales. El Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), que ofrecía arancel cero a aproximadamente 3.400 productos bolivianos, expiró y su renovación aún no ha sido considerada por el Congreso estadounidense.
El IBCE ha instado al gobierno boliviano a reactivar la diplomacia comercial con Estados Unidos para lograr la renovación del SGP y evitar mayores perjuicios al sector exportador. Gary Rodríguez, gerente general del IBCE, enfatizó la importancia de trabajar en la parte diplomática como paso fundamental para el comercio. La imposición de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos no solo afecta a Bolivia, sino también a otras economías emergentes de Sudamérica y África, que podrían enfrentar desafíos económicos significativos debido a estas políticas comerciales.