A pesar de la transición energética, América Latina mantiene alta dependencia del crudo
Venezuela se posiciona como el país con las mayores reservas de petróleo a nivel global, mientras que Brasil destaca en Latinoamérica. Aunque la transición hacia energías limpias avanza, la región continúa dependiendo significativamente de la explotación petrolera para sostener sus economías.
Según datos del portal de estadísticas alemán Statista, Venezuela cuenta con aproximadamente 303.000 millones de barriles de petróleo en reservas, representando el 19,31% del total mundial. Le siguen Arabia Saudí con el 17,03%, Irán con el 13,29% e Irak con el 9,24%. En el contexto latinoamericano, Brasil posee 15.900 millones de barriles en reservas, situándose como el segundo en la región después de Venezuela. Ecuador registra 8.270 millones, México 7.450 millones, Argentina 2.820 millones y Colombia 2.030 millones de barriles. Perú, Bolivia y Chile cuentan con 850 millones, 240 millones y 150 millones de barriles respectivamente.
A pesar del avance global hacia fuentes de energía más limpias, América Latina sigue dependiendo en gran medida de la explotación petrolera para equilibrar sus finanzas públicas. En varios países, el petróleo continúa siendo el principal producto de exportación, crucial para el ingreso de divisas y el sostenimiento de programas gubernamentales.
Bolivia y el desafío de la autosuficiencia energética
En el caso de Bolivia, las reservas de petróleo son modestas en comparación con otros países de la región, alcanzando los 240 millones de barriles. Sin embargo, la economía boliviana enfrenta un reto mayor: la caída en la producción de hidrocarburos, lo que ha reducido su capacidad exportadora. La disminución en los volúmenes de gas natural enviados a Argentina y Brasil ha afectado los ingresos fiscales del país, generando un déficit comercial en el sector energético. Ante esta situación, el gobierno ha apostado por incentivar nuevas inversiones en exploración y explotación, pero la falta de descubrimientos significativos sigue siendo una barrera para la autosuficiencia energética y la sostenibilidad del sector.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha proyectado un posible exceso de oferta en los mercados mundiales de petróleo para el próximo año, lo que podría influir en los precios y en las economías de los países exportadores. Esta situación plantea desafíos para las naciones latinoamericanas, que deben equilibrar la necesidad de ingresos provenientes del petróleo con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y transición hacia energías renovables.