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América Latina avanza hacia la dolarización en medio de crisis monetarias

  • En Mundo
  • 13 de febrero de 2025
América Latina avanza hacia la dolarización en medio de crisis monetarias

La depreciación de monedas locales y la inflación impulsan el uso del dólar en la región

Diversos países latinoamericanos, como Argentina, Venezuela y Bolivia, enfrentan una creciente dolarización de facto debido a la pérdida de confianza en sus monedas nacionales, altas tasas de inflación y la búsqueda de estabilidad económica por parte de sus ciudadanos.

La dolarización, entendida como la adopción del dólar estadounidense en lugar de la moneda local para transacciones y ahorro, está ganando terreno en varias economías de América Latina. Factores como la inflación persistente, la depreciación de las monedas nacionales y la inestabilidad económica han llevado a que tanto individuos como empresas opten por el dólar como refugio de valor.

En Argentina, la inflación anual supera el 50%, y el peso argentino ha sufrido una depreciación significativa en los últimos años. Esta situación ha llevado a una creciente preferencia por el dólar en transacciones inmobiliarias, ahorro y comercio, a pesar de las restricciones gubernamentales para su adquisición. Venezuela, por su parte, ha experimentado una hiperinflación devastadora que ha erosionado el valor del bolívar. Como resultado, el dólar se ha convertido en la moneda de facto para muchas transacciones diarias, desde compras en supermercados hasta servicios profesionales.

Aunque en menor medida, Bolivia también muestra signos de una incipiente dolarización. La escasez de dólares en el mercado oficial ha generado una brecha significativa entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, alcanzando hasta un 60% de diferencia. Esta situación ha llevado a que importadores y ciudadanos recurran al mercado informal para obtener divisas, incrementando el uso del dólar en la economía.

Implicaciones económicas

La creciente dolarización en estos países tiene varias implicaciones. Por un lado, puede ofrecer una protección contra la inflación y la depreciación de la moneda local, brindando estabilidad a los ahorros y facilitando el comercio internacional. Sin embargo, también limita la capacidad de los gobiernos para implementar políticas monetarias efectivas y puede aumentar la vulnerabilidad ante fluctuaciones del dólar a nivel global.

Analistas señalan que, si las tendencias actuales continúan, más países de la región podrían experimentar procesos de dolarización, ya sea de facto o formal. La confianza en las políticas económicas nacionales y la estabilidad de las monedas locales serán factores determinantes para revertir o profundizar esta tendencia en el futuro.