Según el INE, el mercado inmobiliario cerró el 2018 con un PIBC de 3, 54%, la cifra más baja en 13 años. Para el arquitecto Alvaro Mier, el mercado inmobiliario se encuentra equilibrado y más maduro pese a la desaceleración económica en el país. Atribuye a otros factores la causa que el sector no haya crecido tanto en el último periodo.
Acorde a estadísticas del INE, el Producto Interno Bruto del Sector inmobiliario (PIBC) cayó al 3,54% a final de la gestión 2018, la cifra más baja en 13 años (14,35% en 2007). Algunos expertos consultados en el diario El Deber dijeron que la desaceleración económica tiene mucha participación en estos indicadores.
Para el arquitecto Alvaro Mier, existen elementos para afirmar que el sector inmobiliario sufre una desaceleración, pero paralelamente a ello, hay un “ajuste de las expectativas con la realidad”. A su pensar, los crecimientos de más de diez o catorce puntos de los años 2007, 2009 (10,82%) y 2013 (10,64%) fueron picos fuera de la curva.
“Esta nueva realidad obliga a tener más cuidado y a ser más eficientes a la hora de realizar los emprendimientos”, indica Mier, a tiempo de explicarse con la siguiente analogía: «hay que apuntar con mira de alta precisión en vez de tirar con escopeta».
El profesional también aclaró que hay otras causas que contribuyen al sosegado movimiento del PIBC; como la sobreoferta de inmuebles en términos cualitativos, es decir, los tipos de viviendas ofertadas no siempre guarda relación con los requeridos en cuestión de características y precio.
Mier encuentra retos a alcanzar en el sistema del Crédito de Vivienda Social para fortalecer la demanda en el mercado.
“El Crédito de Vivienda Social ha sido un gran impulsor del crecimiento del sector de la construcción los últimos años, sin embargo, aumentar el universo de beneficiarios que califiquen para acceder a los créditos es una tarea pendiente”, expresó.
La burocratización en la aprobación de proyectos es otra “piedra en el zapato” para los inversionistas. “Santa Cruz de la Sierra es el único municipio que exige una licencia ambiental de una construcción de 600 m2; esto aletarga el proceso”, ejemplificó el entrevistado.
Así mismo, dijo que la nueva norma impositiva de Impuestos Nacionales que obliga a las empresas constructoras a informar “detalladamente” las características y costos de las obras que estén ejecutando, acarrea desgaste de tiempo y dinero. A pensar de Mier, esta norma podría generar dificultades a los constructores en un “pésimo momento”.
El entrevistado enunció también el flujo de las exportaciones, el precio del gas y la situación del agronegocio como parte de esta situación; ya que también impactan en la desaceleración del rubro.
En conclusión, el arquitecto visualiza un sector maduro. Señal de esto son las edificaciones construidas para nichos más específicos, que pese a la desaceleración económica, las personas seguirán comprando, aunque a un ritmo menor. “Todo dependerá de la calidad del producto, sus materiales, diseño y la reputación que la empresa constructora tenga en el mercado”, acotó.
Perfil Profesional. Alvaro Mier, Asesor en Arquitectura. Actualmente lleva adelante su Estudio Profesional que lleva su nombre. Se dedica a la elaboración de proyectos de arquitectura, asesoría en proyectos urbanos y desarrollo inmobiliario.
Tiene estudios de posgrado en la Universidad NUR en Administración y Finanzas para la Construcción. Tiene cursos en las áreas de Sistemas de Gestión de Calidad, Medio Ambiente y Tecnologías de la Información y es experto en Seguridad Industrial para la Construcción.