Los sectores claman atender demanda de Porongo y Alcaldía cruceña no cede al diálogo. Débil, con ojeras, barba crecida, bastante delgado, así luce el alcalde de Porongo, Julio César Carrillo en su séptimo día de huelga de hambre junto a 27 personas en demanda de la construcción de los puentes Bicentenario y Urubó Village; sin
Los sectores claman atender demanda de Porongo y Alcaldía cruceña no cede al diálogo.
Débil, con ojeras, barba crecida, bastante delgado, así luce el alcalde de Porongo, Julio César Carrillo en su séptimo día de huelga de hambre junto a 27 personas en demanda de la construcción de los puentes Bicentenario y Urubó Village; sin embargo, el alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Percy Fernández y la presidenta del Concejo Municipal Angélica Sosa no dan brazo a torcer y por el contrario califican la medida de política.
El clamor y la intervención de varios alcaldes, del Defensor del Pueblo, de la Gobernación, del presidente del Comité Cívico, diputados, Federación de Juntas Vecinales e incluso algunos concejales del municipio cruceño no logran que el alcalde Percy Fernández ordene retornar al diálogo.Es más ni las ocho bajas de los huelguistas logran flexibilizar a las autoridades municipales. El reloj marca las 07:00, Carrillo se levanta junto a los huelguistas y camina a la Misa en la Basílica Menor de San Lorenzo (Catedral). Tienen fe de que en la próxima semana se logren los objetivos trazados y que se ejecuten los puentes sobre el río Piraí. Es que al fin y al cabo, la Alcaldía cruceña no pondrá un solo peso de su bolsillo.
«Estoy bien, saco fuerzas de donde no hay, pero puedo seguir adelante», afirma Carrillo mientras se dirige a misa. Lo cierto es que está agotado. Empero, al salir de la Catedral se lo nota con fe y esperanza.
Carrillo ya sumó el respaldo de la Gobernación de Santa Cruz, de sus colegas de El Torno, La Guardia, Cotoca, Colpa Bélgica, además de líderes de sectores sociales entre ellos Fedjuve, de Salud, diputados del MNR, del Comité pro Santa Cruz, el Defensor del Pueblo, etc.
Fuente: Money Bolivia