Dependencia creciente del oro y reducción de las divisas

El Banco Central de Bolivia presentó un informe que revela un deterioro estructural en la composición de las Reservas Internacionales Netas. De los 3.167 millones de dólares reportados al 7 de noviembre de 2024, únicamente 75 millones corresponden a divisas líquidas. Esta cifra representa una caída significativa respecto a los 709 millones de 2022 y los 166 millones de 2023.

El presidente del BCB, David Espinoza, señaló que esta situación refleja las decisiones económicas de la gestión previa, que redujeron de manera considerable la disponibilidad de dólares y elevaron la dependencia del oro como principal activo de reserva. La caída histórica de las RIN, desde 6.468 millones en 2019 hasta 1.709 millones en 2023, evidencia la magnitud del ajuste.

Según Espinoza, la debilidad en divisas restringe la capacidad para cumplir compromisos externos y mantener condiciones cambiarias estables. El BCB también confirmó que volvió a publicar la Información Estadística Semanal, lo que permite reducir el rezago informativo y mejorar la transparencia en la supervisión de indicadores clave.

Tensiones en la medición de las reservas y preocupación por operaciones con oro

El informe reveló que 6,6 toneladas de oro se encuentran pignoradas sin claridad normativa, y que parte del metal se halla depositado en bancos internacionales, mientras otras 2,3 toneladas están en tránsito. Analistas como Carlos Aranda y Fernando Romero señalaron que, según el Manual de Balanza de Pagos del FMI, las reservas pignoradas o comprometidas deberían descontarse del cálculo neto, dado que no son activos plenamente disponibles.

Ambos especialistas advierten que esto introduce un componente de ambigüedad en la posición real de reservas y limita la capacidad de intervención del BCB. El propio Espinoza confirmó que se investigan las operaciones realizadas en gestiones anteriores para determinar si se cumplieron los procedimientos legales.

Déficit fiscal persistente y presión sobre la estabilidad macroeconómica

El análisis económico también alerta sobre la magnitud del déficit fiscal. Datos oficiales del BCB muestran un incremento desde 37.500 millones de bolivianos al inicio de 2025 hasta 50.000 millones al cierre de la gestión anterior. Para los economistas consultados, esta trayectoria presiona la sostenibilidad fiscal y aumenta los riesgos de desbalances futuros.

Los expertos coinciden en que se requieren ajustes fiscales graduales pero firmes para recuperar la estabilidad y frenar la dependencia del financiamiento del BCB. Señalan que la coordinación entre el Ministerio de Economía y el Banco Central será determinante para evitar escenarios adversos.

Debate legislativo sobre el uso del oro

Espinoza propuso revisar la norma que mantiene intocables 22 toneladas de oro a fin de mejorar la gestión de las reservas. Explicó que, aunque el oro es un activo estratégico, no otorga liquidez inmediata y limitar su uso reduce el margen de maniobra del país. La propuesta generó debate político y sindical, con pedidos de auditorías independientes y de una revisión a fondo de las operaciones realizadas en los últimos años.

La posición actual del BCB muestra un desafío estructural: mantener la estabilidad en un contexto de reservas líquidas históricamente bajas y con un déficit fiscal elevado. La transparencia reciente es un avance, pero el ajuste fiscal y la recomposición de divisas serán determinantes para recuperar credibilidad y sostener la política cambiaria. La discusión sobre el oro puede abrir un espacio técnico necesario, siempre que se maneje con rigurosidad y claridad normativa.