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Oro rompe barrera histórica de los US$ 4.000 por onza y Bolivia observa una oportunidad emergente

Oro rompe barrera histórica de los US$ 4.000 por onza y Bolivia observa una oportunidad emergente

El precio del oro alcanzó los US$ 4.000 por onza por primera vez en la historia, impulsado por compras de bancos centrales, flujos récord hacia ETFs y debilidad del dólar. En ese contexto, Bolivia podría capturar valor desde su riqueza mineral, aunque requiere mejores condiciones institucionales para beneficiarse del boom global.

Este martes, el metal precioso alcanzó un nuevo máximo histórico al superar la barrera de US$ 4.000 por onza, con un contrato de futuros que cotizó en US$ 4.009. La tendencia fue impulsada por una combinación de factores: compras sostenidas de bancos centrales, entradas fuertes hacia fondos cotizados respaldados por lingotes (ETFs) y una estrategia de diversificación de reservas frente al dólar debilitado.

Según datos de Bloomberg Línea, esta alza marca no solo un pico estadístico, sino una aceleración estructural en la demanda del oro que va más allá de movimientos especulativos. Goldman Sachs, por su parte, proyecta que el metal podría escalar más allá de los US$ 4.300 la onza para 2026.

América Latina en el radar: ¿qué lugar ocupa Bolivia?

En el escenario global del rally del oro, los países latinoamericanos con reservas minerales estratégicas ven una ventana para fortalecer sus ingresos exportadores e invertir en cadenas de valor. Bolivia, con abundancia en litio, estaño y otros minerales, podría responder a este contexto favorable si desarrolla capacidades de producción, refinamiento y protección institucional.

No obstante, para capitalizar esa oportunidad –y evitar que la riqueza se quede en la materia prima– será esencial que Bolivia mejore la seguridad jurídica, la transparencia minera y el acceso a mercados internacionales exigentes. El desafío será pasar de exportador de metal bruto a proveedor en cadenas tecnológicas con mayor valor agregado.