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El crecimiento se reactiva en Sudamérica, pero Bolivia sigue sin impulso

  • En Pais
  • 7 de octubre de 2025
El crecimiento se reactiva en Sudamérica, pero Bolivia sigue sin impulso

Mientras países sudamericanos como Argentina, Paraguay y Guyana encabezan las proyecciones de crecimiento económico para 2025 y 2026, Bolivia se mantiene entre las economías de menor expansión en la región, afectada por la falta de divisas, baja inversión y escaso dinamismo productivo.

América Latina mejora sus perspectivas, pero Bolivia sigue rezagada

El Banco Mundial revisó al alza sus proyecciones de crecimiento para América Latina y el Caribe, estimando un avance del 2,3 % en 2025 y del 2,5 % en 2026, impulsado por la recuperación de países como Argentina, Paraguay y Guatemala. Sin embargo, Bolivia no figura entre las economías que liderarán el repunte regional, reflejando los límites estructurales que enfrenta su modelo económico.

Mientras Guyana encabeza el crecimiento con una expansión de dos dígitos gracias a su sector petrolero, y Argentina y Paraguay muestran señales de reactivación por mayores exportaciones y reformas productivas, el caso boliviano se mantiene en contraste: un crecimiento moderado, sin grandes motores externos ni avances significativos en la diversificación de sus ingresos.

Desafíos estructurales que frenan el crecimiento boliviano

El contexto boliviano está marcado por restricciones en la oferta de divisas, una caída sostenida de las reservas internacionales, y bajos niveles de inversión pública y privada, lo que limita la expansión de sectores clave. La economía mantiene una fuerte dependencia del gas natural, cuyos volúmenes de exportación han disminuido, mientras los precios internacionales ya no ofrecen el impulso que tuvieron en años anteriores.

Analistas advierten que el país necesita reactivar la confianza del inversionista, mejorar su clima regulatorio y fortalecer su productividad interna. A diferencia de otras economías de la región que aprovechan la transición energética, Bolivia aún no capitaliza plenamente su potencial en minerales estratégicos como el litio, el cobre o el estaño, que podrían convertirse en fuentes de crecimiento sostenido si se desarrollan con mayor apertura y cooperación internacional.

Un reto de política económica para 2025-2026

La falta de dinamismo económico en comparación con sus vecinos pone a Bolivia en una posición de vulnerabilidad frente al nuevo ciclo regional. Los ajustes proyectados por el Banco Mundial muestran que, si bien el contexto externo ofrece una leve recuperación, el crecimiento boliviano dependerá de decisiones internas: mayor eficiencia fiscal, atracción de capital y un entorno más favorable para la inversión productiva.

Para sostener el empleo, contener la inflación y mejorar su balanza externa, el país deberá reorientar su estrategia hacia sectores con potencial exportador, especialmente energía, agroindustria y minería verde. La región está entrando en una nueva fase de expansión, y Bolivia podría aprovecharla si logra pasar de la dependencia a la competitividad.