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Bolivia se endeuda más rápido de lo que acumula reservas: alerta por sostenibilidad externa

  • En Pais
  • 6 de octubre de 2025
Bolivia se endeuda más rápido de lo que acumula reservas: alerta por sostenibilidad externa

El verdadero riesgo ya no es cuánto debe Bolivia, sino con qué podrá pagar. La caída de reservas y los mayores compromisos de deuda exponen un escenario de vulnerabilidad externa sin precedentes.

Deuda en expansión, reservas mínimas: una combinación explosiva

El Banco Central de Bolivia (BCB) reveló que la deuda externa de mediano y largo plazo se elevó un 13 % comparado con diciembre de 2020, llegando a US$ 13.742 millones, lo que representa aproximadamente 23,1 % del PIB. A pesar de ese incremento, el BCB sostiene que el país aún está por debajo de los límites de referencia de sostenibilidad externa. No obstante, el verdadero foco de preocupación es el nivel de reservas internacionales netas (RIN): apenas US$ 103 millones disponibles para pagos inmediatos.

Si bien hasta ahora Bolivia ha honrado sus obligaciones de deuda, los datos muestran un escenario inquietante: en los primeros ocho meses de 2025 ya se desembolsaron más de US$ 1.000 millones en amortizaciones e intereses, y las salidas netas de dólares por deuda superan US$ 270 millones.  Los economistas advierten que esta dinámica podría llevar al país hacia un punto de estrangulamiento externo si la disponibilidad de dólares no se recupera.

Riesgo de iliquidez: vencimientos que asfixian

El mayor desafío está en los compromisos inmediatos. Se estima que en los primeros meses de 2026 Bolivia debe hacer frente a pagos por US$ 517 millones en bonos soberanos. Con solo US$ 103 millones en reservas líquidas, el margen para responder a esos vencimientos es sumamente estrecho.

Además, este desequilibrio ocurre en un momento en que el país necesita dólares para importar combustibles, donde los requerimientos mensuales superan los US$ 270 millones. En ese sentido, la crisis ya no es solamente de deuda, sino de liquidez: incluso si las obligaciones son manejables, la carencia de divisas convierte cada pago en un riesgo operativo.

Una posible salida es reestructurar los vencimientos más críticos, negociando plazos o condiciones con los acreedores. Otra medida complementaria es aumentar los ingresos en divisas mediante exportaciones de bienes estratégicos, como minerales, gas o productos agroindustriales, para facilitar la entrada de dólares frescos.

También es imprescindible restaurar la credibilidad externa para reactivar el acceso al financiamiento internacional. En paralelo, el Estado debe racionalizar el gasto y evitar desequilibrios fiscales que aumenten la dependencia del endeudamiento. Un enfoque preventivo adicional consiste en lanzar una estrategia integrada de reservas líquidas: convertir parte de reservas en oro u otros activos puede dar estabilidad contable, pero no reemplaza la necesidad de tener dólares disponibles en caja para los pagos inmediatos.