Un incendio en un local del Aeropuerto Internacional de Viru Viru provocó la suspensión temporal de las salidas de vuelos en la mañana del lunes. Aunque las llegadas funcionaron con normalidad, el hecho interrumpió operaciones logísticas clave, afectando la confianza empresarial y las cadenas productivas vinculadas al transporte aéreo.
Una humareda detectada a las 05:20 a.m. en el restaurante Sbarro del hall principal activó los protocolos de evacuación y emergencia del aeropuerto Viru Viru, operado por NAABOL. El humo se propagó al área de preembarque nacional, lo que obligó a suspender temporalmente las salidas de vuelos debido a un corte eléctrico en los mostradores de check-in.
Pese al incidente, las operaciones para aterrizajes y llegadas continuaron normalmente, y no se registraron daños personales ni materiales. El equipo del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) controló la situación y evacuó con rapidez, activando los protocolos de seguridad sin afectar la integridad de los pasajeros.
Daño a la percepción y riesgos económicos ocultos
Aunque el suceso no escaló a una crisis mayor, esta interrupción puntual expone vulnerabilidades en la infraestructura aeroportuaria de Bolivia. Viru Viru moviliza más de 4,1 millones de pasajeros anuales y funciona como hub clave para conectividad regional e internacional.
Con las salidas suspendidas, las aerolíneas han acumulado demoras y posibles reprogramaciones que generan costos adicionales en combustible, personal y compensaciones. Empresas y eventos que dependen de itinerarios precisos —como negocios, exportaciones urgentes o reuniones corporativas— pudieron experimentar afectaciones operativas y financieras imprevistas.
La logística aérea no solo impacta al turismo, sino que también encadena sectores como transporte de carga, comercio, viajes corporativos e importaciones urgentes. Retrasos en salidas pueden postergar entregas de carga aérea, alterar agendas empresariales y reducir la eficiencia del sistema de exportaciones, particularmente para productos sensibles al tiempo como agroindustriales con fechas definidas. Aunque la interrupción fue breve, evidencia el costo real de una falla operativa en un aeropuerto central para la economía regional y nacional.
Necesidad de mejoras en resiliencia y continuidad
El incidente plantea preguntas sobre la capacidad de respuesta y la redundancia de sistemas críticos en un aeropuerto cuya operación diaria influye directamente en los flujos de divisas, turismo y conexión de mercados. Naabol ha avanzado hacia profesionalizar su operación desde su creación en 2021, pero aún enfrenta retos en infraestructura, continuidad del servicio y revisión de emergencias en nodos claves como Viru Viru. El país debería fortalecer sistemas de energía de respaldo, capacitación técnica y protocolos de contingencia para minimizar riesgos operativos que afecten el movimiento económico.
La suspensión de salidas en Viru Viru por un incendio repentino es un llamado de atención sobre la fragilidad logística que puede tener efectos económicos amplios. La continuidad en operaciones aéreas no es solo una cuestión de movilidad, sino un elemento clave para mantener la confianza empresarial, garantizar exportaciones puntuales y preservar la eficiencia del comercio internacional. Una infraestructura aeroportuaria resiliente es indispensable para evitar costos ocultos que impactan directamente en la economía boliviana.