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El IPP alcanza su nivel más alto del año impulsado por alimentos y manufactura

  • En Pais
  • 28 de julio de 2025
El IPP alcanza su nivel más alto del año impulsado por alimentos y manufactura

La escalada de costos al productor anticipa presiones inflacionarias en toda la cadena productiva boliviana.

Entre mayo y junio de 2025, el Índice de Precios Productor (IPP), que mide la variación de precios en el punto de salida del productor, registró un aumento mensual del 3,83 %, elevando la variación acumulada en el año al 14,71 %, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE)

Este incremento fue liderado por sectores como agricultura, ganadería, pesca, industria manufacturera, servicios y otros minerales y gas natural. Productos con mayor incidencia positiva incluyeron ganado bovino, carnes frescas de pollo, hoja de coca, maíz, papa y castaña pelada. En contraste, especies como avena berza, piña, surubí, sorgo, tomate y durazno presentaron reducciones intermensuales en sus precios.

La aceleración en el IPP señala una tendencia creciente de costos para los productores nacionales, con implicaciones directas en precios al consumidor, si la presión no se distribuye adecuadamente en toda la cadena productiva. Aunque el IPP no mide la inflación del consumidor —responsabilidad del IPC— sirve como indicador clave para anticipar movimientos inflacionarios y pérdidas de rentabilidad en el sector productivo.

Este comportamiento contrasta con el Índice de Precios al por Mayor (IPM), que en junio subió un 7,12 % respecto a mayo, acumulando un 18,25 % anual. En este caso, los productos de origen nacional mostraron una subida del 7,43 % y los importados aumentaron un 5,76 %

En el contexto económico reciente, la significativa escalada del IPP coincide con una inflación acumulada del 9,81 % hasta mayo, superando las previsiones del Gobierno para todo el año, en gran parte originada por el encarecimiento de alimentos, servicios y combustibles

Para sectores productivos como agroindustria, ganadería y manufactura, estos aumentos representan retos operacionales y financieros. El encarecimiento de insumos o materias primas reduce el margen de ganancia, presiona márgenes y podría llevar a una ralentización de la producción, especialmente si no se ajustan los precios de venta final o si el mercado exige competencia con productos importados.

Desde el punto de vista financiero, los resultados del IPP fortalecen los argumentos para un seguimiento cercano por parte del Banco Central de Bolivia y del Ministerio de Economía. Los instrumentos de política monetaria y fiscal requieren calibrarse con información actual para evitar una escalada de costos que termine impactando negativamente la demanda y la capacidad del consumidor boliviano.