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China amplía su poder económico en América Latina con megainversiones estratégicas

  • En Mundo
  • 25 de julio de 2025
China amplía su poder económico en América Latina con megainversiones estratégicas

Bolivia observa oportunidades en infraestructura crítica, minerales y comercio regional.

China se posiciona como la potencia emergente con mayor influencia en América Latina, respaldada por fuertes líneas de inversión y financiamiento para infraestructura, energía limpia y tecnología. México, Colombia, Brasil, Argentina y otros países integran acuerdos clave dentro de esta agenda, según el Foro China-CELAC.

Expansión financiera y estratégica en la región

En el Foro de China‑CELAC de mayo 2025, Beijing anunció un fondo de crédito de USD 9.200 millones para América Latina, destinado a proyectos de desarrollo económico, energía renovable e integración monetaria con el yuan.Solo Brasil firmó compromisos por USD 4.800 millones en sectores como energía, transporte y agroindustrias.

Simultáneamente, varios países reforzaron su alianza con China: Colombia adhirió a la Iniciativa Belt and Road, incrementando su potencial de inversión, y Argentina proyecta inversiones por casi mil millones de dólares en el segmento del litio, con participación de empresas chinas.

China ha desplazado parte de sus inversiones tradicionales hacia sectores estratégicos del futuro: energías renovables, vehículos eléctricos, telecomunicaciones y tecnología financiera. En 2022, cerca del 60 % de su inversión regional se destinaron a estas áreas. Empresas chinas como BYD ya operan plantas en Brasil y las principales marcas de paneles solares provienen del gigante asiático.

Este enfoque tecnológico representa una diversificación de capital hacia proyectos de alto valor agregado, alejándose de la dependencia exclusiva en materias primas.

Implicaciones para Bolivia y la región

Bolivia, con reservas estratégicas de litio, podría beneficiarse del creciente interés en electromovilidad y energía limpia. Establecer alianzas con financiamiento chino puede acelerar proyectos de industrialización y exportación de minerales críticos.

Además, el financiamiento para infraestructura logística –como carreteras, puertos o digitalización– ofrece oportunidades para cerrar brechas en competitividad y atraer cadenas globales de valor.

En conjunto, América Latina registra en 2024 un comercio bilateral con China que supera los USD 500.000 millones, consolidando a Beijing como uno de los principales socios comerciales de la región.

Desafíos y recomendaciones económicas

La influencia económica de China implica también mayores riesgos de dependencia, especialmente por la concentración de contratos en empresas estatales y financiamiento público. Países como Venezuela y Ecuador ya enfrentaron tensiones por deuda que condicionan su autonomía futura.

Para Bolivia, la clave estará en negociar con transparencia, alinearse a estándares internacionales y diversificar las fuentes de inversión. Aprovechar el interés chino sin comprometer la soberanía económica supone diseñar políticas claras e incentivos sectoriales estratégicos, particularmente en minería, energía y manufacturas.

El ascenso de la presencia china en América Latina plantea oportunidades valiosas: financiamiento para infraestructura, tecnología y acceso a mercados globales. Sin embargo, también requiere una gestión prudente para evitar riesgos financieros o dependencia excesiva. Para Bolivia y otros países vecinos, el reto es transformar esta ola de inversión en desarrollo sostenible y competitivo.