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YPFB opera al límite y requiere divisas para evitar escasez de diésel

  • En Pais
  • 21 de julio de 2025
YPFB opera al límite y requiere divisas para evitar escasez de diésel

La petrolera estatal importó el 90 % del combustible, pero advierte que recursos actuales no eliminan las filas en surtidores.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que, a pesar de atender la demanda al cien por ciento de su capacidad, existe una sobredemanda de diésel y se requiere urgentemente una asignación adicional de divisas para importar volumen extra de combustible, disminuir filas y asegurar el abastecimiento en todo el país.

Sobredemanda y dependencia del mercado internacional

Según Marcos Durán, director de Comercialización de Hidrocarburos de YPFB, el 90 % del diésel consumido en Bolivia es importado. Aunque se ha logrado reducir las filas en estaciones, el abastecimiento actual no logra cubrir plenamente la demanda creciente. La estatal ya trabaja al máximo de su capacidad operativa, por lo que un incremento en la importación depende directamente de un mayor acceso a divisas.

YPFB contó con respaldo del Ministerio de Economía y el Banco Central para cubrir las compras, sin embargo, señala que no es posible un sobreabastecimiento sin aprobación de nuevos créditos, tras el bloqueo de USD 1.741 millones en financiamiento externo en el Legislativo. Esta falta de liquidez limita la capacidad de la empresa de aumentar la importación de diésel.

Rutas abiertas y medidas operativas

Para mejorar costos, se prioriza el ingreso de combustible a través del puerto de Arica (Chile), además de mantener rutas por Perú, Paraguay y Argentina. También se ha establecido una “ventana logística” entre el 22 y 26 de julio para descarga de tres buques en Sica Sica, incluyendo un cargamento de 41 millones de litros de diésel, lo que aliviará momentáneamente la demanda. Asimismo, YPFB ha potenciado controles anti-contrabando en coordinación con la ANH y Defensa, debido al incremento de salidas ilegales del producto.

Las filas impactan directamente en sectores clave como transporte de carga, turismo y agroindustria, que enfrentan pérdidas de productividad y costos adicionales. Incluso una provisión al 100 % no ha logrado eliminar las esperas, lo que demuestra una presión sobre la economía real. Por cada día de demora en el surtido, el sector productivo pierde eficiencia y se trasladan costos a consumidores.