Las diferencias en la producción entre Brasil, Colombia y Vietnam, junto a problemas logísticos, generan tensiones en los mercados de café.
El mercado mundial del café vive una fase de volatilidad marcada por lluvias erráticas, cosechas irregulares y presiones logísticas. Mientras algunos productores como Brasil muestran signos de recuperación, otros, como Colombia, lidian con retrasos que ya impactan los precios internacionales. Los futuros suben y los inventarios siguen cayendo, generando preocupación en toda la cadena de suministro.
Producción desigual en las tres potencias cafeteras
Brasil, el mayor productor mundial de café, muestra señales de estabilidad en su cosecha 2024/2025. Según la consultora Safras & Mercado, el país ya ha recolectado el 29 % del volumen estimado. La variedad robusta lidera la recolección con un avance del 40 %, mientras el arábica alcanza el 21 %. Este progreso está generando confianza entre operadores y tostadores, especialmente porque el grano brasileño muestra buen tamaño y calidad, según StoneX.
En contraste, Colombia enfrenta dificultades. Las lluvias intensas en el sur del país han afectado el calendario de recolección. La Federación Nacional de Cafeteros informó que la cosecha de mayo cayó un 27 % frente al mismo mes del año anterior. Aunque en lo que va del año hay un crecimiento acumulado del 14 %, la inestabilidad climática ha generado cuellos de botella en el proceso logístico y exportador. Esto preocupa a los compradores internacionales, ya que Colombia es líder en café suave lavado, una categoría con demanda premium.
Vietnam, el principal exportador de café robusta, recibió en mayo lluvias muy por encima del promedio en la región de Dak Lak, el corazón cafetalero del país. Este exceso hídrico ayudó a mejorar la floración y crecimiento del grano, lo que mejora las expectativas de rendimiento para la cosecha 2024/2025. No obstante, los mercados siguen atentos a la evolución del clima y los ritmos de exportación.
Impacto en precios e inventarios globales
Los mercados reaccionaron con subidas notables. En Nueva York, el café arábica subió 3,2 %, llegando a US$3,687 por libra, su nivel más alto en dos semanas. Por su parte, el robusta en Londres ganó 2,9 %. Este incremento coincide con una reducción sostenida de inventarios certificados: se retiraron más de 65.000 sacos en apenas cinco sesiones consecutivas.
Según operadores, esta caída de existencias añade presión al mercado, ya que reduce el margen de respuesta ante interrupciones logísticas o pérdidas productivas inesperadas.
Perspectivas: ¿repunte o estabilización?
El analista Tomás Araujo, de StoneX, advirtió que un nuevo repunte de precios no está descartado si persisten los riesgos logísticos o si se agrava el retraso en cosechas. Sin embargo, Citi estima que una mejora en la producción mundial y una eventual moderación de la demanda podrían empujar los precios a la baja hacia fin de año, situando el arábica en torno a los US$3,50 por libra.
El mercado del café entra en un momento clave. La combinación de climas extremos, ciclos productivos dispares y menor disponibilidad física ha encendido las alertas en el comercio global. Si bien la situación en Brasil ofrece cierto equilibrio, la fragilidad logística en Colombia y el monitoreo constante en Vietnam configuran un escenario incierto para lo que resta del año. La volatilidad, más que una excepción, podría convertirse en norma.