A pesar de un aumento del 10% en 2025, la inflación y la devaluación del boliviano erosionan el ingreso real; la informalidad laboral alcanza niveles alarmantes.
El salario mínimo en Bolivia ha experimentado una caída drástica en su poder adquisitivo, disminuyendo hasta un 50% desde 2024, según el Colegio Departamental de Economistas de Tarija. Aunque el gobierno implementó un aumento del 10% en 2025, elevando el salario mínimo a Bs2.750 (aproximadamente US$395 al tipo de cambio oficial), este incremento no ha sido suficiente para contrarrestar los efectos de la inflación y la devaluación de la moneda nacional.
Inflación y devaluación: una combinación perjudicial
La inflación acumulada en 2024 alcanzó el 9,97%, con un impacto significativo en los precios de los alimentos, que subieron un 15,40%, la cifra más alta en 16 años. Además, la devaluación del boliviano frente al dólar ha agravado la situación. En 2024, Bs2.500 equivalían a US$359 al tipo de cambio oficial, pero solo a US$217 en el mercado paralelo. En 2025, el nuevo salario mínimo de Bs2.750 equivale a US$395 oficialmente, pero apenas a US$180 en el mercado paralelo, debido a un tipo de cambio de Bs15,3 por dólar.
Luis Fernando Romero Torrejón, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, señala que «el salario nominal creció en un 10% respecto al del 2024, pero en términos reales ha caído en un 25% aproximadamente». Esto refleja una pérdida significativa en el poder de compra de los trabajadores bolivianos.
La informalidad laboral en niveles críticos
La situación se complica aún más con el aumento de la informalidad laboral, que se estima ha alcanzado hasta un 90% de la fuerza laboral en Bolivia. Esto significa que una gran mayoría de los trabajadores no se benefician de los incrementos salariales decretados por el gobierno, ya que no están registrados formalmente.
El gobierno boliviano enfrenta el desafío de equilibrar la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores con la estabilidad económica del país. La Central Obrera Boliviana (COB) ha solicitado un incremento del 15% al salario mínimo nacional y del 20% al haber básico, propuestas que están siendo evaluadas por el gabinete ministerial.
Mientras tanto, la población boliviana continúa enfrentando dificultades económicas, con salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y una creciente informalidad laboral que limita el acceso a beneficios sociales y protección laboral.