Avicultores advierten que el desabastecimiento de diésel y la caída en la provisión de torta de soya podrían causar una ruptura en la cadena de suministro, afectando el abastecimiento de carne de pollo en las próximas semanas.
La cadena avícola de Bolivia atraviesa una crisis estructural sin precedentes debido a la escasez de diésel, la falta de torta de soya y los continuos bloqueos de caminos. Santa Cruz, principal zona productiva, ya reporta sobreoferta interna, caída de precios y acumulación de aves listas para faena. El impacto económico supera los $us 700.000 diarios, mientras productores y expertos advierten sobre el riesgo de desabastecimiento de carne de pollo en mercados clave como La Paz y Cochabamba si no se restablece pronto la logística y el suministro de combustibles e insumos industriales.
Escasez de insumos paraliza la cadena avícola en Bolivia
El desabastecimiento de diésel ha comenzado a golpear con fuerza al sector agroindustrial boliviano. En el caso de la avicultura, esta crisis energética se traduce en una menor capacidad para cosechar grano de soya y transportar insumos. Esto ha derivado en una caída de hasta un 15% en la provisión de torta de soya, uno de los principales alimentos para las aves.
Según Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), varias plantas procesadoras de soya han reducido su producción por falta de grano. A esta situación se suma la escasez de diésel para la maquinaria agrícola y el transporte de productos terminados, lo que agrava la crisis a lo largo de toda la cadena. En Santa Cruz, se han dejado de despachar alrededor de 1,5 millones de pollos por semana —la mitad de la producción local— hacia los mercados del eje central. Esta interrupción en el flujo comercial está generando una sobreoferta en origen, caída de precios, acumulación de aves con mayor peso y pérdidas por deterioro del producto.
Pérdidas económicas diarias y advertencias por escasez futura
La Asociación Nacional de Avicultores (ANA) ha cuantificado pérdidas de hasta $700.000 diarios por la imposibilidad de comercializar en otras regiones. Omar Castro, presidente del gremio, alertó que si no se restituye pronto el abastecimiento de torta de soya y diésel, la producción de carne de pollo sufrirá una ruptura logística en las próximas semanas.
En Cochabamba, la situación se agrava por la paralización del transporte: camiones con insumos llevan más de diez días varados por la escasez de combustible, según reportes recogidos por medios nacionales. Esto pone en riesgo no solo la producción actual, sino también el suministro futuro, especialmente en diciembre, cuando el consumo de carne avícola tiende a incrementarse. “El pollo que no sale hoy al mercado puede no llegar a tiempo para Navidad. No es solo un tema de precios, es una amenaza real al abastecimiento de alimentos esenciales”, sostuvo Castro.
Cierre con visión económica: vulnerabilidad estructural y presión inflacionaria
La situación revela una vulnerabilidad estructural en la agroindustria boliviana: una excesiva dependencia de la logística terrestre, escaso margen de maniobra ante la falta de combustibles, y un modelo productivo atado al suministro regular de insumos importados o procesados localmente.
Si no se adoptan medidas inmediatas para garantizar el abastecimiento de diésel y la estabilización del flujo de torta de soya, el país podría enfrentar en las próximas semanas un alza de precios en productos avícolas. Esto afectaría directamente al consumidor y podría ejercer presión sobre el índice de precios al consumidor, en un contexto donde Bolivia ya enfrenta tensiones por la escasez de dólares y la volatilidad en el abastecimiento de productos básicos.