728 x 90

Freno productivo en Bolivia: agro y minería exigen soluciones ante crisis del diésel

Freno productivo en Bolivia: agro y minería exigen soluciones ante crisis del diésel

Agricultura y minería enfrentan pérdidas millonarias; cooperativas mineras amenazan con protestas.

La persistente escasez de diésel en Bolivia ha desencadenado una crisis que afecta gravemente a los sectores agrícola y minero, pilares fundamentales de la economía nacional. Más de 200 cooperativas mineras han detenido operaciones, mientras que los agricultores advierten sobre pérdidas significativas en la producción de alimentos.

La Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman) ha denunciado que al menos 200 de sus cooperativas afiliadas se encuentran paralizadas debido a la falta de diésel, combustible esencial para la maquinaria utilizada en la extracción de minerales. Efraín Silva, presidente de Fecoman, expresó su preocupación: «Estamos en estado de emergencia y listos para salir a las calles. Nuestras cooperativas ya no están funcionando» .

El sector agrícola no está exento de esta problemática. En regiones como Santa Cruz, considerada el granero de Bolivia, la escasez de diésel ha retrasado la cosecha de cultivos clave como la soya y el maíz. La falta de combustible para la maquinaria agrícola amenaza con pérdidas económicas significativas y pone en riesgo la seguridad alimentaria del país. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha reconocido dificultades logísticas en la importación de combustibles, atribuidas a una disminución en la producción nacional de hidrocarburos y a desafíos en la adquisición de divisas para las importaciones

Armin Dorgathen, presidente de YPFB, indicó que se está ofreciendo diésel de ultra bajo azufre (ULS) a grandes consumidores a un precio de Bs 6,73 por litro. Sin embargo, representantes de Fecoman señalan que acceder a este combustible sigue siendo complicado para muchas cooperativas. La crisis económica en Bolivia se ha profundizado en los últimos meses, caracterizada por una inflación creciente, escasez de divisas y una disminución en las reservas internacionales. Esta situación ha exacerbado la dependencia del país de las importaciones de combustibles, incrementando la vulnerabilidad de sectores productivos clave.

Impacto en Bolivia:

La escasez de diésel tiene repercusiones directas en la economía boliviana. La paralización de actividades mineras y agrícolas no solo afecta la generación de ingresos y empleo, sino que también puede derivar en una disminución de las exportaciones y en un aumento de los precios de los alimentos en el mercado interno.

Ante este panorama, es imperativo que el gobierno boliviano implemente soluciones efectivas para garantizar el suministro continuo de diésel. La pronta resolución de esta crisis es esencial para evitar un deterioro mayor de la economía nacional y para asegurar la estabilidad de los sectores productivos que sostienen gran parte del aparato económico del país.