La medida busca frenar el alza de precios en el mercado local; ganaderos advierten posibles impactos económicos.
El Gobierno de Bolivia ha decidido suspender temporalmente las exportaciones de carne de res con el objetivo de reducir su precio en el mercado interno. Esta decisión ha generado preocupación entre los productores ganaderos, quienes alertan sobre posibles consecuencias negativas para la economía nacional.
Suspensión de exportaciones para controlar precios
El ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, anunció la suspensión de las exportaciones de carne de res hasta que se normalice el abastecimiento y se reduzcan los precios en el mercado local. Según la autoridad, el incremento «injustificado» en el costo de la carne motivó esta medida, buscando garantizar una mayor oferta para los consumidores bolivianos.
Huanca señaló que, aunque anteriormente los ganaderos atribuían el alza de precios a factores como la sequía y el aumento en los costos de producción, las condiciones climáticas actuales han mejorado, lo que debería reflejarse en una disminución de los precios. Sin embargo, el costo del ganado vivo ha pasado de Bs 12 a Bs 21, y en algunas regiones, el kilo de carne supera los Bs 60.
Reacciones del sector ganadero
La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) expresó su preocupación ante la suspensión de las exportaciones. Walter Ruiz, presidente de Fegasacruz, advirtió que esta medida podría generar efectos negativos en la economía boliviana, como la reducción de divisas, desempleo y desincentivo en el sector productivo. Ruiz enfatizó que la exportación de carne no supera el 10% de la producción nacional y que el sector ha cumplido con el abastecimiento del mercado interno.
Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), calificó la posible prohibición de exportaciones como «catastrófica». Destacó que abrir mercados internacionales requiere un gran esfuerzo, pero cerrarlos puede ocurrir rápidamente, con resultados devastadores para los productores ganaderos y para toda la cadena agroproductiva.
La suspensión de exportaciones podría afectar la generación de divisas en un contexto económico ya desafiante para Bolivia. Además, los ganaderos enfrentan incrementos en los costos de insumos, como el maíz y el sorgo, esenciales para la alimentación del ganado, lo que complica aún más la situación. El Gobierno ha anunciado que, junto con el Ministerio de Defensa, reforzará los controles para evitar el contrabando de ganado, una práctica que también influye en el abastecimiento y precio de la carne en el mercado interno.
Esta medida gubernamental busca proteger a los consumidores locales, pero plantea desafíos significativos para el sector ganadero y la economía nacional. Será crucial monitorear de cerca los efectos de esta decisión y buscar soluciones que equilibren el bienestar de la población con la sostenibilidad del sector productivo.