El Gobierno nacional anunció la asignación de Bs 1.997 millones para el desarrollo productivo en 2025. Este programa tiene como objetivo reforzar la economía, promover la diversificación productiva y consolidar la sostenibilidad a largo plazo.

Fondo destinado al fortalecimiento de sectores estratégicos

El plan de inversión contempla el fortalecimiento de sectores clave como la agricultura, la industria manufacturera y el acceso a financiamiento productivo. Estas áreas han sido priorizadas por su capacidad de generar empleo, aumentar la competitividad nacional y reducir las brechas económicas.

El viceministro de Planificación y Coordinación señaló que los recursos serán gestionados a través del Fondo para el Desarrollo Productivo (Fondesif). Este mecanismo permitirá otorgar créditos a pequeñas y medianas empresas, incentivando proyectos innovadores y sostenibles. “El enfoque de esta inversión está en maximizar el impacto económico, garantizando que los recursos lleguen a quienes generan desarrollo”, indicó. La diversificación económica es una de las prioridades del plan. Actualmente, la economía boliviana depende en gran medida de la exportación de recursos naturales, y esta iniciativa busca ampliar las bases productivas hacia sectores no tradicionales, promoviendo mayor resiliencia ante fluctuaciones de mercados externos.

Implicaciones económicas y desafíos por superar

El impacto de esta inversión es considerado vital en un contexto donde el país enfrenta retos fiscales y la necesidad de reponer reservas internacionales. Los recursos no solo reforzarán la capacidad del sector productivo, sino que también beneficiarán proyectos sociales destinados a reducir la pobreza y mejorar el bienestar de las comunidades más vulnerables.

Expertos económicos resaltan que el éxito de esta medida dependerá de la correcta ejecución y monitoreo de los fondos. “Es un esfuerzo necesario para dinamizar la economía, pero debe ir acompañado de transparencia en su administración y de políticas complementarias que generen estabilidad”, señaló un economista de la Universidad Mayor de San Andrés. La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) expresó su respaldo a la iniciativa, pero sugirió que el Gobierno considere políticas adicionales, como incentivos tributarios y medidas que fortalezcan las exportaciones no tradicionales, para garantizar un impacto más amplio.

El plan de desarrollo productivo, cuya implementación comenzará a partir de 2025, es presentado como una oportunidad para consolidar un crecimiento equilibrado, promoviendo inversiones estratégicas que fomenten la inclusión económica en áreas urbanas y rurales.