El alza de precios complica la economía boliviana y genera incertidumbre en el mercado.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia registró en 2024 una inflación de 9,97%, superando ampliamente la proyección gubernamental inicial de 3,6%. Este porcentaje es el más alto en los últimos 16 años, solo superado por el 11,8% de 2008.
Factores que impulsaron la inflación
El director del INE, Humberto Arandia, identificó varios factores que contribuyeron al alza inflacionaria. Entre ellos, destacan la demanda interna y la inflación importada, que en conjunto suman un 4,23%. Además, fenómenos extraordinarios como la sequía, que afectó cultivos esenciales, aportaron un 1,97% al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Los bloqueos de caminos, atribuidos a sectores afines al expresidente Evo Morales, y la especulación asociada sumaron un 2,05% y 1,72% respectivamente.
«Si no hubieran existido bloqueos y especulación, la inflación hubiera sido de solo el 6,2%. Los bloqueos y especulación representan más de la tercera parte del total de la inflación del año pasado, lo que daña mucho a los bolsillos de las familias», afirmó Arandia.
Perspectivas y medidas gubernamentales
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, reconoció la urgencia de ajustar el modelo económico ante el contexto inflacionario. «Se van a hacer ajustes para que Bolivia tenga una mejor dinámica en su inserción al Mercosur, a los BRICS, a la economía circular, el cuidado del medio ambiente y otros elementos», indicó. Estas reformas, según el Ministro, buscan también potenciar la competitividad de la producción nacional frente a la dependencia de importaciones. Además, subrayó la necesidad de consolidar acuerdos comerciales estratégicos para diversificar las exportaciones y fortalecer el sector industrial del país.
Uno de los pilares clave para 2025 será el aumento de la productividad agrícola, considerando que el sector fue duramente golpeado por la sequía en 2024. Expertos sugieren que esta estrategia no solo reducirá la inflación alimentaria, sino que también mejorará la estabilidad de precios a mediano plazo. A pesar de las dificultades inflacionarias, el Banco Central de Bolivia (BCB) destacó señales positivas al cierre del año pasado. Las Reservas Internacionales Netas se incrementaron a US$1.976 millones al 31 de diciembre de 2024, reflejando un aumento de US$267 millones respecto al año anterior. Este fortalecimiento, según el BCB, proviene de políticas monetarias activas y el repunte en ciertos sectores de exportación como el gas natural y minerales.
El Gobierno se muestra optimista frente a 2025, proyectando una inflación anual del 7,5% y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,51%. Se espera que las medidas implementadas, como incentivos para el consumo interno y acuerdos para estabilizar la oferta de alimentos esenciales, sean clave para amortiguar los efectos negativos en la población. Montenegro enfatizó que el plan económico también contempla proteger a los sectores más vulnerables mediante subsidios focalizados y programas de asistencia económica. En este contexto, analistas advierten que el éxito del modelo dependerá de la capacidad de implementar las políticas anunciadas de manera efectiva y oportuna.