El Gobierno firmó un contrato con la compañía china CBC para construir dos plantas de extracción de litio en Uyuni, apostando por tecnología de última generación.
En un paso significativo para consolidar su posición en el mercado global del litio, Bolivia firmó un contrato con la empresa china CBC para construir dos modernas plantas de extracción en el Salar de Uyuni. Este acuerdo busca fortalecer la industrialización del recurso clave en la transición energética mundial, posicionando al país como un actor estratégico en la economía de los minerales críticos.
Bolivia ha dado un importante salto hacia la industrialización de su vasto potencial de litio al firmar un contrato con la compañía China Machinery Engineering Corporation. El convenio contempla la construcción de dos plantas de extracción directa de litio (EDL) en el Salar de Uyuni, el mayor yacimiento del recurso en el mundo, utilizando tecnología avanzada que promete mayor eficiencia y sostenibilidad.
El acuerdo, liderado por Yacimientos de Litio Bolivianos, representa una inversión estratégica para impulsar la producción nacional de litio, un mineral esencial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos. Según el Gobierno boliviano, cada planta tendrá una capacidad de producción de 25.000 toneladas métricas anuales de carbonato de litio, con operaciones programadas para iniciar en 2026. El presidente de YLB destacó que la tecnología EDL permitirá mejorar los índices de recuperación del litio, optimizando el uso de los recursos hídricos y reduciendo los impactos ambientales en comparación con los métodos convencionales. Este avance tecnológico es un factor crucial para atraer inversión extranjera y potenciar la competitividad de Bolivia en el mercado global.
Desde el lado chino, CBC aseguró que el proyecto será un ejemplo de cooperación internacional en el desarrollo de tecnologías limpias y sostenibles, subrayando que la asociación reforzará los lazos económicos entre ambos países. Con este acuerdo, Bolivia busca diversificar sus ingresos, reducir su dependencia de los hidrocarburos y consolidarse como un proveedor clave en la transición hacia energías más limpias. Sin embargo, expertos señalan que el éxito del proyecto dependerá de una gestión eficiente, un marco regulatorio claro y el desarrollo de infraestructura complementaria para garantizar la exportación del litio procesado.
La firma del contrato refuerza la visión estratégica del país en un contexto donde la demanda global de litio continúa creciendo exponencialmente. Para Bolivia, esta es una oportunidad no solo de avanzar en la industrialización de sus recursos, sino también de posicionarse como un líder regional en la economía verde, atrayendo nuevas inversiones y generando empleos de alto valor.