La pérdida del 65% de su valor en el mercado paralelo genera incertidumbre en empresarios y consumidores.
El boliviano ha perdido hasta un 65% de su valor frente al dólar en el mercado paralelo, marcando un momento crítico para la economía de Bolivia. Con una cotización oficial congelada en Bs 6,96, la divisa estadounidense alcanza más de Bs 13 en el mercado negro, complicando el comercio, las importaciones y la estabilidad de las reservas internacionales. La economía boliviana atraviesa una profunda crisis cambiaria. El mercado paralelo del dólar ha escalado a niveles récord, con precios que superan los Bs 12 por dólar, mientras que el tipo de cambio oficial permanece en Bs 6,96.
Este desajuste tiene sus raíces en una combinación de factores estructurales. Las exportaciones de gas natural, principal fuente de divisas del país, han caído drásticamente en la última década. Según cifras oficiales, en 2013 generaban $us 6.113 millones, mientras que en 2023 apenas alcanzaron los $us 2.387 millones. Además, la reducción de compras de gas por parte de Argentina, uno de los principales socios comerciales de Bolivia, ha incrementado la presión sobre las ya limitadas reservas internacionales
La falta de dólares en el sistema bancario ha llevado a un incremento en la demanda del mercado paralelo, encareciendo las transacciones internacionales y los bienes importados. Según el viceministro Jorge Silva, es esencial que los ciudadanos respeten el tipo de cambio oficial en transacciones locales, aunque el desajuste del mercado paralelo dificulta estas regulaciones.
El impacto de esta situación también se siente en el sector energético, donde la escasez de combustibles, especialmente de diésel, ha puesto en el centro del debate la sostenibilidad de los subsidios financiados con reservas internacionales. Aunque algunos sectores sugieren eliminar estas subvenciones para aliviar la presión fiscal, esta medida podría tener repercusiones económicas significativas