Las filas en estaciones de servicio persisten mientras el gobierno boliviano despliega medidas urgentes para enfrentar la crisis de suministro de gasolina y diésel en el país
El reciente desabastecimiento de combustible en Bolivia, que ha generado largas filas en las estaciones de servicio, impulsa al gobierno a movilizar 2.500 cisternas esta semana. Esta acción se enmarca en un esfuerzo por restablecer el suministro de gasolina y diésel, cuya demanda supera a la oferta disponible en varios departamentos, afectando tanto a ciudadanos como al sector empresarial.
Esta crisis de abastecimiento ha afectado a varias ciudades del país. Donde se han reportado extensas filas en estaciones de servicio desde hace días, generando temores de un impacto negativo en las actividades comerciales y productivas. La administración estatal asegura que la medida de aumentar la cantidad de cisternas es solo una de las acciones que se están tomando para garantizar la estabilidad del suministro, y recalca que este problema es temporal.
Expertos del sector energético atribuyen la situación a una combinación de factores, entre los que se incluye un incremento en la demanda, impulsado por el crecimiento económico en sectores específicos, y desafíos en la logística de importación y distribución. Además, las recientes dificultades para asegurar el suministro internacional de diésel y gasolina han intensificado el desabastecimiento en el país que depende en gran medida de las importaciones para cubrir su demanda de combustibles.
A su vez, el sector empresarial ha manifestado su inquietud por el impacto económico que este desabastecimiento podría tener, especialmente en el transporte de mercancías y el suministro de productos básicos. Representantes de la Cámara Nacional de Industrias y del sector agroindustrial han pedido al gobierno soluciones a largo plazo para evitar que estas situaciones se conviertan en una constante que afecte la competitividad y estabilidad económica de Bolivia.