YPFB atribuye la escasez aparente a problemas logísticos, mientras conductores continúan esperando en surtidores
Desde hace varios días, los surtidores en algunas ciudades de Bolivia, están experimentando largas filas de vehículos que esperan abastecerse de combustible. YPFB ha reconocido esta situación, atribuyéndola a problemas en la cadena de distribución, los cuales han obstaculizado el suministro oportuno a diversas estaciones de servicio.
La compañía estatal de hidrocarburos explicó que los retrasos en la entrega de combustible han sido ocasionados por “cuellos de botella logísticos” en sus operaciones. Si bien no se ha declarado oficialmente una escasez de combustible, las demoras han sido percibidas por el público como una falta en el abastecimiento, afectando la movilidad y generando incertidumbre entre los conductores.
Algunos conductores reportan haber esperado varias horas para acceder al combustible, lo que ha afectado tanto a usuarios de transporte público como privado. La persistencia de estas filas ha comenzado a levantar inquietudes sobre posibles impactos en el precio del combustible y en la inflación, considerando que la disponibilidad de este recurso es crucial para la actividad económica diaria del país. Expertos en logística señalan que una interrupción prolongada en el suministro puede tener repercusiones en el precio de los productos de primera necesidad, especialmente si el transporte de mercancías se ve afectado. En respuesta a esta situación, YPFB asegura que está tomando medidas para resolver las demoras, incluyendo ajustes en sus operaciones de distribución, a fin de normalizar el abastecimiento en los próximos días.
Los consumidores, sin embargo, se mantienen escépticos, ya que esta no es la primera vez en el año que enfrentan interrupciones en el suministro. La situación ha puesto en debate la necesidad de mejoras estructurales en la logística de distribución de YPFB para evitar la recurrencia de estos problemas y garantizar un abastecimiento constante en el país.