Con pérdidas que ya superan los 500 millones de dólares, la situación amenaza con incrementar la inflación y frenar el crecimiento del país.
Las manifestaciones sociales que mantienen paralizadas rutas clave de Bolivia han generado un impacto severo en el comercio y la economía nacional. El IBCE estima que las pérdidas por esta interrupción superan los 500 millones de dólares, una cifra preocupante que afecta tanto a exportadores como a productores de diferentes sectores. Los bloqueos han interrumpido la cadena de suministro y ocasionado el estancamiento de productos en almacenes y puntos fronterizos, lo que a su vez implica costos adicionales para los empresarios y afecta la competitividad de los productos bolivianos en el mercado global.
“El bloqueo de rutas no solo perjudica la economía nacional, sino que también afecta la imagen país frente a posibles inversores extranjeros”, explica un representante del IBCE, señalando que las empresas ahora enfrentan dificultades para cumplir con contratos internacionales y compromisos comerciales. Esta situación ha generado preocupación en el sector empresarial, que teme una desaceleración económica si los bloqueos persisten.
Además del impacto en el comercio exterior, las consecuencias de esta crisis podrían extenderse al bolsillo de los ciudadanos. El IBCE advierte que la escasez de productos en algunas regiones ya se ha traducido en un aumento de precios, un factor que incrementa la inflación y reduce el poder adquisitivo de las familias bolivianas. Las autoridades y el sector privado están instando a encontrar una solución rápida que permita liberar las rutas y mitigar los efectos negativos de esta situación en la economía nacional.