Crisis ambiental con 48 incendios activos que han obligado a siete municipios a declararse en estado de desastre, amenazando tanto la biodiversidad como la economía local.
El departamento de Santa Cruz, Bolivia, enfrenta una de las peores temporadas de incendios forestales en los últimos años. Con 48 focos de fuego activos, la magnitud de la crisis ha llevado a siete municipios a declararse en estado de desastre. Entre las zonas más afectadas se encuentran Concepción, San Ignacio de Velasco y San Rafael, que sufren graves pérdidas en biodiversidad, además de daños significativos en propiedades y desplazamientos forzados de habitantes locales. Las autoridades han reportado más de mil personas desplazadas que luchan contra las llamas en un intento desesperado por controlar los incendios.
El origen de la crisis se debe a una combinación de factores climáticos adversos, entre ellos la prolongada sequía, los fuertes vientos y las altas temperaturas, que han convertido a vastas áreas de vegetación en un terreno fértil para la propagación rápida del fuego. En algunas áreas, los incendios han creado complejos de fuego, donde varios focos convergen, lo que dificulta enormemente los esfuerzos de extinción. El Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) ha señalado que de los 48 incendios, 11 son considerados de extrema gravedad, por lo que los equipos de bomberos, brigadas forestales y voluntarios trabajan intensamente, aunque con recursos limitados.
Las autoridades locales, encabezadas por la Gobernación de Santa Cruz, han solicitado el apoyo urgente del Gobierno central y de organizaciones internacionales para hacer frente a esta crisis ambiental. A pesar de los esfuerzos incesantes, las condiciones climáticas actuales dificultan las labores de contención, y se teme que la situación empeore si no llegan refuerzos y apoyo técnico adecuado. Se ha desplegado equipo aéreo y terrestre, pero el vasto territorio afectado, combinado con la inclemencia del clima, hace que la batalla contra los incendios sea sumamente compleja.
Impacto económico de los incendios forestales en Bolivia
Los incendios forestales en Santa Cruz no solo están afectando gravemente el ecosistema, sino que también están causando pérdidas económicas significativas. La destrucción de tierras agrícolas y ganaderas está poniendo en riesgo la producción de alimentos y productos básicos, lo que afecta a miles de agricultores y productores locales. Esta región, clave para la economía boliviana, es responsable de una gran parte de la producción agroindustrial del país, por lo que la pérdida de cultivos y pastizales representa un golpe para la economía nacional.
Además, los costos para combatir los incendios, que incluyen la movilización de brigadas y equipos aéreos, están desbordando los recursos del gobierno local. A largo plazo, los incendios podrían reducir el rendimiento agrícola y ganadero, afectando tanto la subsistencia de los pequeños productores como las exportaciones del país. En términos económicos, los incendios también amenazan áreas turísticas y protegidas, lo que podría reducir los ingresos generados por el ecoturismo y afectar la reputación internacional de Bolivia como destino para el turismo ecológico. La restauración de estas zonas podría tardar años, lo que implica una inversión significativa en reforestación y recuperación ambiental.