La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), con presencia en Bolivia desde 2015, otorgó un préstamo de apoyo presupuestario de EUR 200 millones al Estado boliviano, para acompañar al país en sus políticas de reactivación sostenible y de resiliencia climática, basado en los pilares de la estabilidad macroeconómica, la implementación de las CND (Contribuciones Nacionalmente Determinadas) y la inclusión financiera.
Este financiamiento otorgado a Bolivia, y las Cooperaciones Técnicas (CT) que lo acompañan, por un monto de EUR 2 millones, se enmarcan dentro de los tres ejes estratégicos de la AFD en Bolivia para los próximos 3 años: apoyar la reactivación sostenible baja en carbono (es decir, proyectos de inclusión financiera, emprendimientos, transición energética y desarrollo agrícola sostenible); promover territorios justos y sostenibles con servicios básicos locales (agua, saneamiento, transporte, electrificación rural, salud); y fortalecer la gestión sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente (gestión integral de bosques y agua, gestión de riesgos naturales).
“La decisión de la AFD de financiar proyectos sostenibles en Bolivia se basa en las necesidades expresadas por los socios bolivianos y la alta prioridad que se le ha dado a la reactivación económica y al medio ambiente en la estrategia del país. Bolivia ha establecido estos temas como clave en su plan de desarrollo y la AFD ha reconocido su importancia al asignar 200 millones de euros para avanzar en políticas que contribuyan a lograr estos objetivos”, expresó Alexia Levesque, representante de la AFD en Bolivia, quien precisó que, al invertir en estos temas, “la AFD busca apoyar el desarrollo sostenible de Bolivia y fomentar un crecimiento económico equitativo y respetuoso con el medio ambiente”.
El apoyo financiero de la AFD a estas actividades se debe a su importante gestión en la promoción de políticas que combinen los desafíos del desarrollo socio-económico y la lucha contra los efectos del cambio climático. El Convenio de Crédito, hasta el momento, desembolsó los primeros 100 millones de euros, esto según el cumplimiento de los primeros indicadores de la matriz de política pública, para financiar el Programa de Apoyo a la Reactivación Económica Sostenible y a la Resiliencia al Cambio Climático en Bolivia.