La calificadora de riesgos Moody’s Investors Service (Moody’s) rebajó este viernes las calificaciones de deuda sénior no garantizada y de emisor a largo plazo en moneda local y extranjera del Gobierno de Bolivia a Caa1 desde B2 y las colocó en revisión a la baja.
La decisión de rebajar las calificaciones refleja la evaluación de Moody’s de que una serie de factores relacionados con una gobernabilidad muy débil han contribuido a disminuir la disponibilidad de moneda fuerte y aumentaron las presiones de liquidez externa hasta un punto que amenaza la estabilidad macroeconómica. La defensa insostenible de la paridad del tipo de cambio con el dólar estadounidense ha provocado que el stock de reservas de divisas del banco central caiga significativamente desde principios de año, llegando a $us 372 millones al 8 de febrero (últimos datos disponibles) desde $us 709 millones al final -2022, y cubriendo solo unas pocas semanas de las importaciones del país. La caída de las reservas internacionales líquidas ha precipitado un shock de confianza que ha socavado la estabilidad macrofinanciera. Sin una acción rápida y significativa para revertir la situación y restaurar la estabilidad, la capacidad del soberano para pagar su deuda está en riesgo.
El inicio de la revisión a la baja está motivado por el riesgo de que el continuo deterioro de la liquidez externa no se revierta, amenazando aún más la capacidad del soberano para pagar su deuda. La revisión se centrará en evaluar si las entradas de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) y las medidas de política complementarias estabilizarán suficientemente las finanzas externas de modo que los recursos en moneda fuerte permanezcan disponibles para respaldar la actividad económica y garantizar el pago total y oportuno de la deuda por parte del soberano a corto y mediano plazo.
Simultáneamente a la acción de hoy, Moody’s redujo los techos país en moneda local y extranjera de Bolivia a B2 y Caa1 desde Ba3 y B2, respectivamente. La brecha relativamente estrecha de dos niveles entre el techo en moneda local y la calificación de emisor refleja los riesgos de que los eventos políticos puedan alterar el entorno de formulación de políticas dada la debilidad de las instituciones; y una huella significativa del gobierno en la economía. La brecha de dos escalones entre el techo en moneda extranjera y en moneda local que coloca el techo en moneda extranjera en Caa1 refleja riesgos significativos de transferencia y convertibilidad dadas las persistentes presiones en la balanza de pagos y la muy baja efectividad de las políticas.
FUNDAMENTO DE LA REVISIÓN
La revisión a la baja refleja el riesgo de que el soberano no pueda implementar ajustes contundentes a la combinación de políticas actual que ha fomentado desequilibrios y llevado a la pérdida de reservas internacionales, lo que eventualmente desencadena un ajuste económicamente costoso y potencialmente desordenado en la posición externa.
La revisión se centrará en evaluar si las entradas de IFI esperadas por las autoridades y las medidas de política complementarias estabilizarán suficientemente las finanzas externas. En este sentido, la muy apretada situación de liquidez externa podría aliviarse temporalmente si el Poder Legislativo aprobara el desembolso de crédito multilateral y un proyecto de ley que permitiera al Banco Central de Bolivia monetizar sus tenencias de oro. En los últimos días el legislativo aprobó un préstamo de la Agence Française de Développement (AFD) por €200 millones que está listo para desembolso inminente, mientras que las autoridades han señalado que aproximadamente $us 600 millones en préstamos de otras instituciones están pendientes de aprobación legislativa para un rápido desembolso. Adicionalmente, el Ministerio de Hacienda está en proceso de negociación de una línea de crédito contingente de la Corporación Andina de Fomento (CAF, Aa3 estable).
Sin embargo, en este punto, el aumento del endeudamiento externo brindaría solo un respiro temporal si no se complementa con un endurecimiento fiscal y monetario significativo, junto con posibles cambios a más largo plazo en el régimen cambiario actual que son políticamente desafiantes. El período de revisión también permitirá que Moody’s evalúe si es probable que se produzcan cambios tan pronunciados en la política y la gobernanza, dice la calificadora.