Después de la navidad y el año nuevo viene la calma. Muchas familias empezarán a entretejer sus metas que se plantearon para el 2022 Sin embargo, si durante las reuniones de fin de año hubo derroches, lujos o gastos sin planificación, la posibilidad de empezar la nueva gestión con un colchón financiero, será casi una
Después de la navidad y el año nuevo viene la calma. Muchas familias empezarán a entretejer sus metas que se plantearon para el 2022 Sin embargo, si durante las reuniones de fin de año hubo derroches, lujos o gastos sin planificación, la posibilidad de empezar la nueva gestión con un colchón financiero, será casi una misión imposible. Carola Aguilera, Subgerente de Marketing del Banco Ganadero, asegura que las finanzas juegan un rol fundamental para impulsar diferentes objetivos familiares aún más, en una nueva gestión donde la salud y la búsqueda de estabilidad financiera tienen una mayor prioridad.
“Si en 2022 quiere empezar un nuevo negocio, renovar el auto o ampliar la casa es importante pensar en el ahorro antes de afrontar un gasto, sobre todo los de fin de año donde, por inercia, se tiende a comprar para regalar o, muchas veces, presumir. Expertos en finanzas recomiendan adaptar nuestros gastos a los ingresos que percibamos. Como entidad financiera estamos listos para asesorarles y acompañarlos a cumplir sus planes en esta nueva gestión”,
comenta. Antes de las fiestas de la última quincena del año, Aguilera toma los consejos del libro “Unfuck your finances” (Soluciona tus finanzas, en español), de la escritora Melissa Browne para sugerir hábitos que pueden ayudarle al ahorro, sobre todo, cuando la presión por las compras es más intensa.
1 El efecto de la cultura de la comparación.
Elegir la compra del celular más moderno o la ropa más cara como regalo de fin de año, pueden ser, no precisamente una necesidad sino un efecto de la cultura de la comparación. Aguilera asegura que estas prácticas pueden ser impulsadas, muchas veces, por algunos influencers que muestran algo que nos real. “Es prudente dejar de seguirlos y mejor buscar personas que le inspiren a ser mejor persona no por lo que tiene sino por lo que es”, asegura.
2 Exceder con las compras virtuales y las ventanas 24/7
Antes, para comprar era necesario que un titular retire los ahorros de un banco de manera física y acuda a una tienda presencialmente. Hoy, las compras digitales han promocionado la posibilidad de adquirir algo cualquier momento del día e incluso fines de semanas. “Mientras mira una película en Netflix ahora puede comprar un accesorio, una prenda de vestir, comida o cualquier cosa y recibirlo en la puerta de su casa. Los expertos sugieren establecer límites sobre los modos de compra y las fechas tomando en cuenta siempre sus prioridades antes que sus deseos”, explica.
3 Cuidado con el “compre ahora y pague después”
Las promociones están a la carta. ¡Compre y luego viaje!, ¡Disfrute y luego pague! Esta cultura, desde el punto de vista de los expertos en finanzas, no solo están relacionadas con las tarjetas de crédito sino con los llamados “préstamos en cuotas”. Muchos ven el dinero cargado a una cuenta como un dinero que no es suyo y por eso tienden a gastarlo más fácilmente. Aguilera sugiere adquirir una tarjeta con un fin específico y planificado.
4 El consumo inconsciente o por inercia
El mensaje se repite por todos lados: compre, compre y compre. Browne asegura que muchos padres y madres de familia ya dan por hecho que, durante el fin de año, deben gastar y comprar simplemente por inercia. “Viva una vida por diseño no por inercia. Usted puede elegir qué comprar y por qué. Necesitamos estudiar y comprender nuestros patrones de gastos y de objetivos para la vida antes de realizar cualquier gasto con nuestro dinero”, reflexiona Aguilera.
5 La dependencia del asalariado
Si en su hogar solo hay una fuente de ingreso y proviene de un asalariado eso podría restarle las posibilidades de ahorro y frenar un presupuesto. Aguilera recomienda, citando a Browne que “no comer solo de un tazón grande, sino de un grupo de tazones más pequeños”. Es decir, sugiere automatizar los ingresos para que cada ítem o área tenga una cuenta y solo gaste el dinero que tenga en dicha caja de ahorro. “Por ejemplo, puede tener una cuenta diaria, una de facturas, una de ahorro y una para el entretenimiento. Esto, además de ponerle un techo a sus gastos, le permitirá buscar nuevas fuentes de ingreso. Evite caer en la esclavitud de una sola fuente de ingreso”, comenta.