Este aparato que funciona sin pausa las 24 horas del día, se ha convertido en un elemento esencial de la cocina. En Samsung preparamos pequeños trucos para mantener al máximo su productividad.
- ¿Conoces la temperatura adecuada? Es crucial tener claro cuál es la temperatura adecuada que necesita este electrodoméstico. Desde el equipo de expertos de Samsung te aconsejamos que la más óptima es 3 grados centígrados para el refrigerador y -19 grados para el congelador.
Además, es importante saber que no se necesita descongelar el aparato manualmente, ya que esta acción se realiza de forma automática.
- Cuida la ventilación. Para no exigirpor demás al compresor, es muy importante no colocar alimentos u objetos muy cerca de los ductos de ventilación, ya que esto podría ocasionar la obstrucción de la circulación de aire en el compartimiento congelador.
La experiencia con diferentes refrigeradores Samsung nos permite confirmar que un tip muy útil es ordenar los alimentos de forma que haya espacio entre ellos para que el aire circule bien por las paredes del electrodoméstico.
- ¡Ahorra energía! Al momento de instalar el refrigerador, te aconsejamos dejar espacios a los costados y arriba, ya que de esta forma se contribuye al ahorro de energía. Lo ideal es que se sitúe a unos 15 centímetros de la pared.
Otro truco es cuidar que la goma de cierre esté en buen estado ya que, de lo contrario, podría ocasionarse una fuga de aire frío. Esto provoca un fuerte gasto de energía y el refrigerador trabaja más de lo debido.
- Ojo con la temperatura de los alimentos. – Meter comida caliente es un error frecuente y muy dañino. Entre varias razones porque hace que el aparato haga más esfuerzo por mantener la temperatura, es decir, gasta más energía. Por eso es importante que los alimentos calientes se enfríen para colocarlos al interior.
Muy por el contrario, almacenar comida y bebida fría ayudará a absorber el aire caliente que ingresa al aparato cada vez que se abre la puerta.
- Mantener la puerta cerrada es importante. – Para garantizar el buen estado de los alimentos, no generar una brusca pérdida de frío y, por ende, no descompensar al aparato, es fundamental no dejar la puerta del refrigerador abierta por mucho tiempo. Un error clásico y común, es meditar qué comer mientras los compartimientos están abiertos.